"Cuerpo de mujer..."
“Esta noche soy la gran Madre –útero, casa y cama; resplandor, calor, luz y fuego; coraje y pasión-. Y alimento. Soy todo eso.
Soy la mujer que da ilusión y recibe a cambio la imaginación del hombre.”
-Anaïs Nin-
Alexandre Cabanel (1823-1889)
“Soy de la generación del “ahí abajo”. Esas eran las palabras que las mujeres de mi familia pronunciaban –lo que rara vez ocurría- en voz muy baja para referirse a los genitales femeninos, internos o externos. No era que ignoraran términos como vagina, labios, vulva o clítoris: mujeres educadas para ser maestras o profesoras, probablemente tuvieron más acceso a la información que la mayoría. Pero nunca escuché palabras precisas ni dichas con orgullo.
Por ejemplo, nunca, ni una sola vez, escuché la palabra clítoris: pasaron años antes de que supiera que las mujeres poseían el único órgano en el cuerpo humano que no tiene otra función más que el placer. (Si dicho órgano fuera exclusivo del cuerpo masculino, ¿se imaginan cuánto escucharíamos de él, y cuántas cosas justificaría?). Me contaron los nombres de cada una de las increíbles partes de mi cuerpo, excepto las de un área innombrable. Así quedé sin protección contra un montón de palabras vergonzantes y contra los chistes agresivos que se cuentan en el patio del colegio. Y más tarde, contra la creencia popular de que los hombres –como amantes o médicos- sabían más del cuerpo de la mujer que las mismas mujeres.
Vislumbré el espíritu del propio conocimiento por primera vez en la India: en los templos y santuarios hindúes vi el “lingam”, un símbolo masculino abstracto, pero también vi el “yoni”, un símbolo genital femenino, una forma parecida a una flor, un doble triángulo o un óvalo con dos puntas. Me contaron que, miles de años atrás, este símbolo era adorado como más poderoso que su equivalente masculino. Era una creencia tan grande y profunda que algunas de las mujeres de religiones monoteístas que llegaron después la mantuvieron en sus tradiciones, aunque dichas creencias eran (y siguen siendo) marginadas y negadas como herejías por los líderes de las principales religiones.
Cuando regresé a casa, las actitudes americanas sobre los cuerpos femeninos estaban tan lejos como la India. Incluso la revolución sexual de los `60 solo logró que haya más mujeres disponibles para más hombres: el “no” de los `50 fue reemplazado por un constante y esperado “sí”. No fue hasta el activismo feminista de los `70 que comenzaron a existir alternativas a todo, desde religiones patriarcales a Freud, de la doble moral del control patriarcal/político/religioso sobre el cuerpo de la mujer como medio de reproducción.
Aquellos años de temprano descubrimiento están ligados a algunos recuerdos sensoriales, como caminar a través de la Casa de la Mujer de Judy Chicago, en Los Ángeles, donde cada habitación fue creada por una artista diferente. Allí descubrí el simbolismo femenino en mi propia cultura por primera vez: por ejemplo, la forma que llamamos corazón, cuya simetría se parece a la vulva mucho más que la asimetría del órgano que comparte su nombre, es probablemente un vestigio que quedó de algún símbolo genital femenino, reducido del poder al romance durante siglos de dominación masculina. Para cuando las feministas estaban poniendo “¡Concha al poder!” (Cunt power!) en prendedores y remeras, como una forma de reclamo que devaluaba a la palabra, yo podía reconocer el restablecimiento de un poder antiguo.
Las últimas tres décadas de feminismo también estuvieron marcadas por una profunda ira, mientras la verdad sobre la violencia contra el cuerpo femenino era revelada, así llevase la forma de violación, abuso sexual infantil, violencia antilesbiana, abuso físico a mujeres o el crimen internacional de la mutilación genital femenina. La cordura femenina fue salvada sacando a la luz estas experiencias ocultas, nombrándolas, y convirtiendo nuestra furia en una acción positiva para reducir y sanar la violencia. Parte de la oleada de creatividad que ha resultado de esta energía de decir la verdad es esta pieza teatral y libro.
Espero que mis abuelas hayan sabido que sus cuerpos eran sagrados. Con la ayuda de voces escandalosas y honestas como las de este libro, creo que las abuelas, madres e hijas del futuro se sanarán a si mismas y repararán al mundo.”
-Eve Ensler; “Los monólogos de la vagina” (prologo)-
William-Adolphe Bouguereau (November 30, 1825 – August 19, 1905)
“Lucifer” o “Placeres prohibidos”
-Blinis con frutos rojos y rubibarbo con mouse helado de chocolate blanco y salsa inglesa de nuez-
Ingredientes para dos amantes que se inician:
2 blinis (ver receta a continuación)
300g. De frutas rojas (frutillas / fresas, arándonos, cherris, berry`s, frambuesas, etc.)
150g de azúcar
¼ taza de vino tinto (Syrah)
¼ taza de jugo de naranjas
el jugo de una lima o limón
1 cucharada de kirsh (puedes utilizar licor de Damiana)
2 cucharadas de rubibarbos en almíbar
Salsa inglesa de nueces:
Mouse de chocolate blanco:
Otros:
la cáscara de una naranja en fina juliana
2 cucharadas de granadina
hojas de muerdago para decorar
Procedimiento:
Lavar y secar muy bien las frutas rojas, cortar en pequeñas porciones y colocar en un recipiente o bol, espolvorear con el azúcar y agregar el jugo de las naranjas, limón y el vino, dejar así toda la noche en la heladera (nevera).
Retirar la mitad de las frutas sin su jugo y reservar, el resto llevarlo al fuego dentro de una cacerola, durante 25 a 30 minutos, o hasta reducir el liquido un poco más de la mitad, retirar del fuego cuando adquiera textura de mermelada y agregar el resto de las frutas que se reservaron, cuando se enfría perfumar con el kirsch o licor de Damiana.
Salsa Inglesa de nueces:
Poner a calentar la leche con la crema, agregar la rama de canela y la vainilla junto con las nueces picadas; batir las yemas con el azúcar hasta que se logre un punto letra (amarillo pálido y espeso). Cuando la leche alcance el hervor retirar del fuego y esperar a que baje la temperatura (meter el dedo de una mano y contar hasta diez, si no quema ya está listo). Pasar la leche por un chino o colador de maya fina, colocar dentro del batido de yemas la mitad de ella y mezclar muy bien, colocar todo con el resto de leche y llevar a baño de María revolviendo constantemente con una cuchara de madera hasta que la mezcla nape sobre la parte posterior de la cuchara (pasar un dedo, si la línea se mantiene ya está). Retirar inmediatamente del fuego y llevar a un baño inverso (agua fría con hielo) para cortar la cocción. Guardar en la heladera hasta su uso (se puede preparar un día antes).
Mouse de chocolate blanco:
Colocar la crema en una cacerolita, agregar las semillas de la vainilla y llevar al fuego hasta que hierva, retirar y agregar el chocolate rallado, disolverlo bien y dejar bajar la temperatura, hasta que tome temperatura ambiente. Batir las yemas con el azúcar hasta punto letra y cocinar a baño maria ( sabsyón) e incorporar a la mezcla de chocolate una vez fría. Batir las yemas a punto nieve (bien blancas, espumosas y firmes) y hacer un merengue italisno, incorporarlo muy suavemente para no perder su esponjosidad. Colocar en pequeños moldes en forma de cono o tacitas de café, llevar al freezer por 4 a 6 horas.
Otros:
Pelar una naranja tratando de no tomar su parte blanca, cortar la cáscara en fina juliana y llevar al fuego con agua, cubriéndola, hervir 2 a 3 minutos, colar y volver a poner las cáscaras en una cacerolita con la granadina. Llevar al fuego hasta que se reduzca totalmente el liquido, eso dará un color rojo intenso a las mismas. Enfriar para utilizar.
Armado del plato:
Colocar en cada plato un blini caliente, sobre él una buena porción de frutos rojos y una cucharada de rubibarbo a temperatura natural, al costado el mouse helado de chocolate blanco, decorar el mouse con las cascaritas de naranja sobre él. Salsear a los costados con la inglesa de nuez y decorar con hojas de muerdago.
Filippo Panseca -2009-
Lucifer (Grecia, Roma) nombre del planeta Venus al aparecer en el horizonte, equivalente a fósforo.
Fósforo: del griego phos, luz y phèro, que lleva. El portador de la luz. Nombre que los griegos daban a la estrella matutina, Venus, Lucero, a la que también llamaban Heòsforo o Eòsforo. Cuando la palabra se tradujo al latín, se convirtió en Lucifer. Lucífero es brillante, que emite luces. Lucífugo, que escapa de la luz. Lucifer es además sinónimo del demonio y por extensión persona muy mala, sin piedad. También es definido como Satán, Satanás, Luzbel, Belcebú, príncipe de las tinieblas y en español familiar, mengue. En Apocalipsis (20:2) también se lo sindica como “la vieja serpiente”. Johan Wolfgang von Goethe (1749-1832) en su obra maestra, Fausto, creó otro sinónimo: Mefistófeles, quizás del griego “el que no ama la luz”.
“La vieja serpiente”: Afrodita tomando la apariencia de Circe regresa al mundo en una carroza tirada por serpientes aladas al igual que el Quetzalcòatl (serpiente emplumada) que al morir se convierte en la estrella del alba (Venus). Según Janes Bonwick “la serpiente es la señal o el símbolo de una antigua raza célebre por su sabiduría”. Se le atribuye la introducción de todas las artes de la civilización y se cree que es la fuente de grandes conocimientos.
¿Podría el patriarcado haber cambiado todo a su antojo...?, Venus / Afrodita, fue declarada enemiga del Estado en el Impero Romano cuando éste se unió a los cristianos, y hay pruebas fehacientes de que muchas imágenes de esas diosas Madres pasaron a ser adoradas como la “virgen María”; ya en el antiguo testamento Jeremías (versículo 7,18) se queja de la adoración de los hebreos a “la Reina del Cielo”, que era Istar, la estrella Venus, la gran divinidad del panteón semita.
Alessandro di Mariano di Vanni Filipepi (1445 – 1510), apodado Sandro Botticelli
Muérdago: Planta parásita que enlaza con el roble. En diciembre era cogido por los druidas celtas para utilizarlo en ritos de fecundidad. Simboliza la regeneración la restauración de la familia y del hogar.
Frutilla / Fresa: las frutillas forman el género Fragaria, de la familia de las Rosàceas. Es originaria de las regiones templadas y se cultiva en grandes cantidades. Muy apreciada por su sabor y aplicaciones medicinales. Todas las fresas cultivadas se obtuvieron a partir de cuatro especies: la frutilla silvestre, de América y las Antillas; la escarlata –o frutilla de Virginia-, del este de América del Norte; la llamada frutilla de playa o de Chile, y la de Europa central.
Contenido: cada 100g la frutilla contiene 33kcal, 138kj, 0,8g de proteínas, 0,5g de grasas totales, 6,3g de metabolizantes, 2g de fibra, 89,9g de agua, 0mg de colesterol, 2mg de sodio, 156mg de potasio, 24mg de calcio, 25mg de fósforo, 15mg de magnesio, 1mg de hierro, 0,02mg de flùor, 13ug de vitamina A, 0,2mg de vitamina E, 0,03mg de vitamina Bl, 0,06mg de vitamina B2, 0,6mg de vitamina B3, 0,06mg de vitamina B6, 6mg de vitamina C, 12mg de purinas, 15ug de ácido fólico, 13 ug de vitamina K; por lo tanto afrodisíacas...
Diego Velázquez (1599-1660)
Las diosas Madres similares a Afrodita / Venus reciben miles de nombre distintos a lo largo y ancho del mundo, ya los egipcios decían de Isis que era “la diosa de los diez mil nombres”. Representantes, todas del “Huevo del Mundo”, el principio femenino del cosmos, que aun y a pesar del patriarcado han sobrevivido en la imagen de la Virgen María, también llamada como Afrodita “La Reina de los Cielos”, o mimetizándose “la Inmaculada concepción” (Stella Marìs) con la Iemanja afro-brasileña (Afrodita lusitana).
En cada pueblo se perfiló una teoría religiosa distinta y se adoraron dioses nacionales y locales que muchas veces se parecían porque habían nacido de mitos comunes, de la entraña del sentido popular.
“...
Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y la ruina, y tú fuiste el milagro.
Ah mujer, no sé como pudiste contenerme
En la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!
Mi deseo de ti fue el más terrible y corto,
El más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido.
...”
-Pablo Neruda-
Francois Burcher "Mujer desnuda"
“Blinis”
-panqueques rusos-
Para 20 a 24 panqueques rusos, se pueden guardar en la heladera o freezer.
30g de levadura de cerveza fresca o
15g de levadura de cerveza seca
115ml de agua caliente
120g de harina
120g de harina de trigo “sarraceno”
½ cucharadita de sal
30g de manteca
300ml de leche
2 huevos (yema y clara separadas)
30g de manteca, para freír
Procedimiento:
Disuelva la levadura en agua caliente durante 15 a 20 minutos. En un bol grande pase por el tamiz la harina y un cuarto de la harina de trigo “sarraceno” juntas. Coloque la harina, en forma de corona, añada la levadura y revuelva con un tenedor o una cuchara de madera, añadiendo un poco de agua caliente si es necesario, hasta obtener una mezcla consistente y sin grumos. Cubra el bol con un servilleta y colóquelo dentro de otro bol con agua caliente, o deje que la mezcla levante en un lugar templado como la rejilla superior del horno, a fuego bajo, durante una hora.
Cuando la mezcla haya levantado, bata las yemas. Caliente la leche con la manteca hasta que la manteca se derrita. Enfríe hasta entibiar. Entonces, remueva en la mezcla el resto de la harina de trigo “sarraceno”, la sal y las yemas batidas, y después añada gradualmente la leche y la manteca. Bata bien y deje que la mezcla levante durante otra hora.
Pasada la hora, bata las claras a nieve y agréguelas. Deje descansar 15 minutos. Caliente una panquequera o sartén (paila) para blinis a fuego mediano, añada un poco de manteca y vierta la mezcla necesaria hasta cubrir el fondo de la panquequera. Puede usarse una panquequera grande porque la mezcla no se extiende fácilmente.
Dé vuelta el blini cuando los bordes comiencen a dorarse y cocínelo del otro lado.
Sírvalos tan pronto estén listos, o consérvelos calientes en horno a fuego bajo. Son deliciosos con crema agria y caviar o con salmón ahumado y salsa tártara.
Nota: estos panqueques se enfrían bien, sin perder consistencia, pueden ser guardados en la heladera (nevera / refrigerador) o freezer, pero deben ser recalentados en horno caliente antes de servirlos.
Frida Kahlo 1939
Bueno, espero que puedas disfrutar de esta receta y recuerda que no hay nada mejor que mantener el balance de Yin y el Yang en donde las fuerzas femeninas y masculinas van acompañadas y en equilibrio....
Cuéntame como te fue.
Norberto E. Petryk
Chef
Parte de: “Frutos prohibidos y ofrendas de Venus” (Florilegio del amor, la voluptuosidad, el erotismo y la lujuria, recetas y notas sobre afrodisíacos)