Crujiente y caliente por fuera, cremoso
y helado por dentro
No se sabe exactamente el origen de
esta receta pero los chinos ya elaboraban helados hace más de 2000
años.
No es ninguna novedad y se viene
haciendo en distintos puntos del mundo desde hace tiempo, tal vez
resurgió hace unos años atrás cuando el controvertido y famoso
creador de novedades de la cocina de vanguardia española “Ferran Adrià" dice estar interesado en confeccionar “un helado
caliente”, de allí en más sus seguidores siempre buscando llegar
a sus recetas recrean esta.
Investigando me entero de dos técnicas
distintas para llegar a un mismo fin y es el de poder freír el
helado sin que se desintegre.
Una de ellas menciona que se hace una
bocha de helado y se congela muy bien, luego se la envuelve en
triángulos de pan de molde o pionono (bizcocho con el que se
elabora el brazo de gitana) previamente pintado con huevo batido, se
recortan las puntas sobrantes dejando la forma de bola.
Se vuelve a congelar, luego se lo
vuelve a pasar por huevo batido y se reboza con galletas dulces
molidas. Se fríe en aceite bien caliente hasta dorar y se sirve de
inmediato decorando con crema chantilly y/o chocolate y se decora con
alguna fruta y/o hojas de menta fresca.
La otra técnica es hacer la bocha de
helado, congelar y luego pasarla por huevo batido y fécula de maíz
(u otro tipo de fécula del tipo de la Maizena), se vuelve a
congelar, y se repite la misma operación minimamente dos veces más
hasta lograr una buena cubierta. Se congela y se fríe en aceite bien
caliente presentándolo de inmediato en un plato de servicio con la
decoración correspondiente.
Yo opte por utilizar las dos técnicas
combinadas, en primer termino la que menciono utilizando pionono y
luego dos capas de huevo con fécula de maíz para terminar con una
capa de huevo batido y galletas dulces molidas, luego frito y servido
con ganache de chocolate y fresas -frutillas-.
Norberto E. Petryk, chef