Quinotos
en almíbar
Este fue mi primer paso en el tiempo de
estas deliciosas y ácidas frutas (invierno), las encontré en el
mercado y me dediqué a prepararla en almíbar para conservarlas gran
parte del año.
Para hacerlo se lavan muy bien las
frutitas, se les quita parte del tallo si lo tienen y se colocan en
una olla o cacerola con agua y azúcar que se llevará al fuego hasta
que se convierta en almíbar y los quinotos queden bien tiernos y
cocidos.
Se envasa y se guardan hasta ser
utilizados.
El naranjo enano, naranjo chino,
kumquat o quinoto (Fortunella spp.) son un género de árboles y
arbustos frutales de la familia de las rutáceas, estrechamente
emparentados con los cítricos (Citrus spp.), con los que son capaces
de hibridarse. Son originarios de China; su nombre proviene del
cantonés gam1 gwat1 (chino: 金橘, pinyin:
jīnjú, "naranja dorada"). Fueron introducidos a Europa en
el siglo XIX. Hoy se cultivan en el sur de Europa y en algunas
regiones de Estados Unidos, Argentina, y Brasil como frutal, además
de en su zona de origen.
La
torta
Como ya tenía varios frascos y a no
todos les gusta el sabor ácido dulce de estos frutos es que decidí
darles otro destino, fue así que se me ocurrió hacer una torta o
budín con ellos.
Ingredientes:
- 1 y ½ taza de quinotos en almíbar
- ¼ taza de agua ardiente, vodka o alcohol
- ¼ taza de azúcar negra (El azúcar moreno, negro, terciado o rubio es un azúcar de sacarosa que tiene un color marrón característico debido a la presencia de melaza)
- 4 cucharadas de cacao amargo en polvo
- 2 tazas de harina
- 3 cucharditas de polvo para hornear (leudante químico)
- 3 huevos
- ¼ taza de aceite de maíz
- ¼ cucharadita de especies surtidas
- ¼ cucharadita de canela en polvo
- 6 flores de lavanda picadas
- 10 hojas de menta negra picada (La menta piperita o menta negra es una de las mentas más aromáticas que hay, de hecho cuando uno la cultiva es difícil que pueda encontrar agrado en ninguna comprada, -aclaro que tengo de las dos en mi jardín-)Procedimiento:
Contradiciendo todas las indicaciones
de la pastelería y las buenas razones es que decidí encarar este
experimento solo guiado por mi intuición y conocimientos adquiridos
en la cocina.
En primer termino procesé los quinotos con el alcohol y dejé todo guardado en un frasco bien tapado en la heladera durante una semana para que se macerara bien.
Bueno, como te contaba, y recordando
algo que siempre me dice mi madre: “no entiendo como te sale un
bizcochuelo o torta haciendo eso”, jajajaja, y, es que meto todos
los ingredientes dentro del un recipiente y los bato hasta cansarme y
sentir que está todo esponjoso y libre de grumos.
Pues eso, tomé un molde que me pareció
ser el más indicado para lo que me imaginaba, lo pinté con manteca
(mantequilla) y lo cubrí con harina.
Metí la mezcla de mi torta y lo
introduce en un horno a 180°C, a los 40 minutos ya estaba listo, lo
desmoldé y lo cubrí con azúcar impalpable (glacé, glas, flor).
Ideal para acompañar un buen café
negro y perfumado.
En una nueva versión le agregué nueces y banana en rodajas, en vez de cubrirla con azúcar impalpable como la anterior le realicé un baño de azúcar impalpable con limón, quedó genial.