América a la llegada de los
conquistadores españoles en el siglo XV ya estaba habitada por lo
que se denominaron “indígenas” pero como nada tienen que ver con
las Indias el nombre que se les debe dar por respeto es “PUEBLOS
ORIGINARIOS”.
Como seres humanos -Homo sapiens-
llevamos 3.000.000 de años en el mundo, como todo ser vivo
necesitamos del alimento para la supervivencia, valores energéticos,
calóricos y nutrientes para nuestro organismo.
Por las investigaciones realizadas por
antropólogos, sabemos que ese hombre primitivo se alimentaba de
semillas, raíces y frutas que recolectaba para luego incorporar en
su dieta la médula ósea de restos animales que encontraba, producto
de la matanza de otros grandes animales; este período de
carroñero se supone fue por la necesidad de adecuar y
complementar su dieta, escasa en nutrientes, es así como el hombre
se convierte en omnívoro y poco a poco incorpora técnicas de caza
para incluir la carne como alimento; a todo esto recordemos que hace
uso del fuego tan solo hace 150.000 años; en todo ese tiempo realiza
una búsqueda constante de nuevos territorios detrás del preciado
alimento para la vida y supervivencia, y se va trasladando desde el
África meridional hacia el resto del mundo, generando a lo largo de
siglos, y por consecuencia de adaptaciones al medio, nuevas
características genéticas que llamaremos razas.
En ese traslado de un territorio a otro
va desarrollando su forma de comunicarse, la lengua, generando a lo
largo de siglos diferentes formas de ponerse en contacto creando la
expresión oral que define las cosas que le rodean; toman nuevas
experiencias y se van relacionando con su medio ambiente y los
distintos tipos de alimentos, nuevos en algunos casos, que los rodean
o aquellos que van transportando en su búsqueda de nuevos y más
propicios territorios.
Sobre las razas existentes a la llegada
de los conquistadores europeos hay distintas hipótesis y teorías
sobre el ingreso a América:
CORRIENTES MIGRATORIAS
(I) Hipótesis del ingreso desde
Australia (ingreso por el extremo sur de Chile)
(II) Hipótesis del ingreso desde
Polinesia (ingreso por el norte de Chile)
(III) Provenientes del Norte del
Continente (ingreso por norte de Chile y Bolivia)
(IV) Provenientes del Caribe y
Amazonas (ingreso por Brasil y Paraguay)
(V) Hipótesis del ingreso desde
Europa y África antes de la Conquista, luego del siglo XVI
(VI) Siglo XVI ingreso de europeos provenientes de España por
el Río de la Plata. Ingreso de europeos provenientes de Portugal
desde Brasil. Luego por el norte provenientes de colonias Españolas
instaladas en Perú, más adelante desde Chile
Este último ingreso de corriente poblacional europea originaria de
España hace su primer ingreso primero por el Río de la Plata,
originando la primer fundación o asentamiento en la actual provincia
de Buenos Aires (desembocadura del Río de la Plata), luego abandonan
el lugar para dirigirse río arriba (por el Paraná) para asentarse
en Asunción del Paraguay -momento en el cual se dejan liberadas
cabezas de ganado equina y bobina que luego se reproducen
libremente-; luego vuelven a bajar por el río Paraná y se hace la
fundación definitiva de “Nuestra Señora de los Buenos Aires”,
posteriormente desde colonias asentadas en el Perú comienzan a
descender por agua asentandose en lo que es hoy Santiago de Chile y
desde allí hacen ingreso hacia la colonia de Río de la Plata, y por
otro lado por tierra bajan por Chile y Bolivia y van fundando
ciudades hasta llegar al Río de la Plata, todo este dominio español
se denominó Virreinato del Perú -siglo XV a siglo XIX,
posteriormente se hace una división y se crea el virreinato del Río
de la Plata que nació de una escisión del Virreinato del Perú e
integró los territorios de las gobernaciones de Buenos Aires,
Paraguay, Tucumán y Santa Cruz de la Sierra, el corregimiento de
Cuyo de la Capitanía General de Chile y los corregimientos de la
provincia de Charcas. Esos territorios integran en la actualidad las
repúblicas de Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y partes del sur
de Brasil, del norte de Chile, del sureste de Perú así como también
las disputadas islas Malvinas. Además incluyó nominalmente las
islas africanas de Fernando Poo (hoy Bioko) y Annobón en la actual
Guinea Ecuatorial, cedidas por Portugal en 1777, aunque el intento
por colonizarlas fracasó. El virreinato se situaba en el Cono Sur de
América del Sur sobre el océano Atlántico y se disputa si poseía
costas en el océano Pacífico sur.
¿Que comían o como se
alimentaban esos pueblos originarios?, ¿Que aportes recibieron de
los europeos y a su vez que les brindaron a estos?
ETNOLOGÌA DE PRODUCTOS
GASTRONÒMICOS EN AMÉRICA:
Las carnes de vaca, yegua, puerco,
oveja, cabra, conejo, y gallina, fueron introducidas a América por
europeos, en el siglo XV y XVI, siendo utilizadas en su gran mayoría
por indígenas a partir del siglo XVII y XVIII.
Anteriormente en Sudamérica se
consumían las carnes salvajes de: camélidos y caballos extintos,
guanaco, ñandú, venado, liebres, pecarì, chancho salvaje, yacarè,
u otros pequeños animales y aves, como patos, pavos, perdices, y
palomas; la carne de llama ( denominada por los españoles: "ovejas
de la tierra") no era consumida muy frecuentemente, salvo en
actos rituales, se criaba este animal, domesticado, para carga, y
para la obtención de lana, con la cual se fabricaban telas.
La riqueza hiticola, es muy grande en
toda Sudamérica, con infinita variedad de peces de agua dulce y
salada, destacándose el "dorado" y el "pejerrey"
(en el sur Argentino fueron descubiertos depósitos de valvas de
mejillones, generalmente de Mytilus chilensis y Mytilus magallanicus,
y no hay dudas de que se trataba de verdaderos Kjökkenmöddings o
amontonamientos de restos de cocina dejados por la mano del hombre
10.000 años a.C.).
Antes del siglo XVI los nativos contaban
con el maíz, quinua y amaranto, como cereales (aunque estos dos
últimos sean en realidad un seudo cereal perteneciente a la familia
de las remolachas -betterave, betabel o betarraga-), harinas de
algarroba.
Siendo introducido después por los
europeos el trigo, centeno, y otros cereales, por los españoles;
cave aclarar que el arroz de cultivo también fue introducido en el
siglo XVI, pero que ya se conocía en estado salvaje, y como elemento
de recolección de algunas tribus del norte (zonas selváticas),
aunque esta especie nunca pudo ser cultivada.
También los pueblos originarios
recolectaban y cultivaban: maní (cacahuete o cacahuate), poroto
(fríjol, judías), zapallo, calabaza (aunque ya hay especies en
Persia), papa (patata, de la que se conocen más de cien variedades),
batata (patata dulce), y mandioca (yuca, de la que se conocen unas
cincuenta variedades incluyendo una dulce).
Los europeos ingresan las demás
leguminosas y verduras, e incorporan paulatinamente las nativas. Los
nativos conocen o reconocen al rededor de 16 tipos distintos de miel
-de abejas- salvaje, que diferencian perfectamente, por sabor y
especies que lo producen.
Como frutas y verduras nativas, antes
del siglo XVI, se encuentran: cacao, yerba mate, fruta de la pasión,
guarucuyà, piña (anana), algarroba, frutilla (fresa), higo de tuna,
tomate (jitomate), ají (hot pepper o ají picante con muchas
variaciones y tipos) y morrón (ají dulce también con varios tipos)
palta (aguacate, o avocado), carambola, coco (se supone que el coco
llego a estas tierras por vía marina flotando y luego
reproduciéndose, otras teorías hablan de la división de los
continentes), pindò (fruto de una palmera), guambè, papaya, banana
y plátano (presentes en América, pero se supone que esta especie
fue ingresada desde África, no se explica aun bien la existencia de
estas plantas en América aunque puede suponerse por la teoría de la
anterior unión y luego separación de los continentes, otras teorías
no comprobadas suponen que fenicios u otros navegantes hallan llegado
a estas tierras con esquejes o pequeñas plantas de ese tipo).
Los europeos traen con ellos
(destacándose los jardineros y botánicos ingleses, que aclimatan
diversas especies foráneas): olivos, sandia, melón, ciruela,
durazno (sobre el durazno se cuenta que gracias a su enorme
adaptación y reproducción, se utiliza también su madera como leña
para hacer fuego), caqui, dátiles, mango (desde la India), vid,
naranja, limón, mandarina, kinoto (quinoto o kumquat), pomelo,
granada, granadilla, manzana, higo, membrillo, cereza, pera, damasco;
cebolla, ajo, lechuga, acelga, pepino, ajo porro, cebolla de verdeo,
nabos, habas, lentejas, arvejas, chauchas, zanahorias, remolacha,
coliflor, repollo, y berenjena.
TÈCNICAS CULINARIAS:
Antes
del siglo XVI, en América, los pueblos originarios, ya conocían las
técnicas: freír, tostar, asar, hervir, guisar, cocer en caldos,
fabricar harinas, fermentar bebidas alcohólicas, conservar alimentos
ahumados o secos al sol.
A partir del siglo XVI, se introducen
técnicas perfeccionadas de hornear, y elaboración artesanal de:
sub-productos derivados de la leche, y conservas dulces y saladas.
Se estima que entre 10.000 y 7.000 años
a. C., el hombre a lo largo de todo el mundo ya incorpora técnicas
de cultivar la tierra.
Algunos de los pueblos originarios que
se encontraban en el actual territorio argentino eran “nomades” y
no se dedicaban al cultivo, solo se alimentaban de la caza y
recolección de alimentos, en algunos casos obtenían productos
cultivados del intercambio con otras comunidades vecinas; otros si
bien algunos se iban movilizando o cambiando de territorios se
dedicaban al cultivo y cría de animales.
Es de destacar que la comida fuerte se
destinaba al hombre que era el encargado de la caza, pesca o la
guerra y protección de los territorios; las mujeres y niños
generalmente se dedicaban a la recolección y los pocos dulces
estaban destinados a ellos.
Entre los hechos llamativos se puede
mencionar por ejemplo el consumo de insectos (langostas) para lo cual
se incendiaban los campos y luego se las recolectaba, se consumían
tal cual o se fabricaba una especie de pan; otro echo llamativo
(tomado luego por los gauchos) era luego de una larga trayectoria en
territorios sin agua el sacrificar a alguno de los caballos que los
transportaba cortando la yugular y bebiendo la sangre directamente
del animal.
Según Canals, unos 10.000 años atrás,
la población de origen paleolítico estaba firmemente establecida en
el sur de la Patagonia; en Tierra del Fuego se hallaron depósitos de
valvas de mejillones, generalmente de Mytilus chilensis y Mytilus
magallanicus, no hay duda alguna de que se trataba de verdaderos
Kjökkenmöddings o amontonamiento de restos de cocina dejados por la
mano del hombre, datan de 10.000 años a.C.
Otros autores sostienen que las
primeras culturas del territorio corresponden a cazadores y
recolectores –12.000 años, atrás-, los campamentos primitivos se
encontraban instalados a lo largo de los causes fluviales, al borde
de las lagunas, cerca de manantiales o a lo largo de la costa
atlántica, y en la costa de los canales fueginos. En estos últimos
casos se vincula con el aprovechamiento de recursos marinos, pesca,
recolección de moluscos y mariscos y apresamiento de aves acuáticas.
Estos sitios pueden interpretarse como una adaptación en respuesta a
condiciones ambientales o bien ocupaciones temporales para el
aprovechamiento alternativo de esos recursos por parte de poblaciones
cuyo habitad básicamente se encontraba en el interior del
territorio. Las fluctuaciones climáticas ocurridas en los últimos
12.000 años han modificado varias veces el clima. En ocasiones fue
más frío y árido y en otras más cálido y húmedo que el actual.
Estos cambios ejercieron gran influencia en la configuración del
paisaje, la disponibilidad de recursos, las características de la
flora y de la fauna.
Un
hecho característico es lo que se denominó “la araucanización de
la Pampa” durante el cual etnias provenientes del otro lado de la
Cordillera de los Andes se desplazan en territorio Argentino
(Araucanos -nombre dado por los españoles a los Mapuches), estos
aborígenes iban en busca del ganado cimarrón, sobre todo caballos,
que habían quedado liberados y encontrando tierras fértiles se
reprodujeron junto a bovinos en gran cantidad. El gaucho o mestizo de
europeo y español adopta de los aborigenes ese gusto por la carne
entre otras costumbres.
De la unión de españoles e indios
había surgido ese altivo e inquieto criollo al que llamaban con
cierto desprecio, sus padres: “mancebos hijos de la tierra”. La
relación de dos tipos humanos culturalmente opuestos, el hispano y
el indígena, debió constituir un drama verdaderamente emocionante,
palpitante, deseado y rechazado desde lo más intimo de cada ser. No
se acercaban hombre y mujer, obedeciendo a una atracción
sentimental. Más precisamente, no se acercaban ni se juntaban: más
bien jugaba en ellos la fuerza animal y en todo caso entraban en una
especie de colisión. Uno y otro se pugnaba consigo mismo y se
rechazaban antes de resolverse a una aceptación íntima y sentida.
En los primeros tiempos la toma fue
violenta y dócil la entrega; resignación del que comprende que nada
puede hacer en defensa de su integridad. Dos seres extraños y
antagónicos se unían en un medio natural estremecido de vida;
tierra ideal para lograr y armonizar la misteriosa energía
plasmadora de la pugna racial. Disuelto el choque del primer
encuentro la unión se hizo posible; más aún, se llegó a extremos
de turbadora pasión carnal. Ulrico Schmidel, pudo decir de la
indias: “estas mujeres son lindas, grandes amantes y afectuosas, y
muy ardientes de cuerpo según mi parecer, y nada mezquinas estando a
oscuras”.
De esa relación de pecado y de asombro
emergió, surgió a la vida, el prodigio de un hombre nuevo. Se había
logrado equilibrio en antagónicas fuerzas étnicas. Y llegó ese
mancebo provocador de admiración y menosprecio, a la vez. Esa
primera generación de seres nacidos y desarrollados en un medio
físico de incomparable belleza y misterio, en pleno goce de los
instintos y de la activa fuerza vital, asombra a los viejos
españoles. Miraban a sus hijos, los tenidos con indias y criollas, y
se negaban o les costaba admitir que lo fueran. No los sentían como
propios y derivaban lo que consideraban su culpa, su pecado, su
responsabilidad, llamándolos: “Mancebos hijos de la tierra”.
El gaucho: era ese “mancebo hijo de
la tierra”. Se los admiraba y se los menospreciaba pero también se
les temía y necesitaba. Nadie los aventajaba en nada y nadie mejor
que ellos en el cuidado y dominio del caballo; en el conocimiento de
la región, la lengua y las costumbres de los indios; en el manejo
del cuchillo: arma y herramienta de trabajo. Con él se defendía la
vida en cualquier circunstancia y fuera con quien fuera; se mataba y
carneaba al animal, cuya carne era alimento primordial, a la vez que
proporcionaban otros medios necesarios para facilitar la vida. Del
cuero se cortaban las riendas del caballo y se preparaba la cama del
adulto y la cuna del niño, la vivienda, el lazo con que se apresaba
a los animales; el medio de transporte, por agua o por tierra. El
cuero estaba en todo, como medio imprescindible de la vida. Su
comercio significó el aporte más valioso al tesoro público. Con
acierto se ha definido a la época: “Edad del Cuero”.
Ya para 1822, el gaucho se viste
–exceptuando el cuero- con todo ingles; la caldera, olla, taza de
loza ordinaria, su cuchillo, sus espuelas, el freno, el poncho que lo
cubre, todo procesado en Inglaterra.
Es necesario hacer una aclaración: el
gaucho pampeano no debe ser confundido con los paisanos norteños o
“arribeños” de la antigua comarca del Tucumán (desde Córdoba
hacia el noroeste). Estos se formaron en otro medio geográfico y con
otra influencia indígena (quechua). Fueron sedentarios, no
desdeñaron la agricultura y compartían gozosamente las faenas de la
siega y de la trilla. Eran muy aficionados a la aloja y bailes
típicos que acompañaban con quenas y tamboriles. Muchos de ellos
fueron troperos o arrieros, no tuvieron a mal montar en mula, y
frecuentemente usaban guardamontes y hojotas. A diferencia de la
“cultura del cuero” que caracterizó al gaucho, el norteño tuvo
recursos técnicos (alfarería, muebles de algarrobo, telares,
canastas, etc.). Intervino en la guerra de la Independencia,
destacándose los heroicos salteños del general Martín Güemes.
Mapa
racial y Comunidades Originarias de la República Argentina
Mapa
racial (según Canals Fraud)
(17)
(16) (10) BRASÍLIDOS
(21)
(20) (19)
(18)
ÁNDINOS
(7)
LÁGUIDOS
(15)
(14) (13)
(12) (11)
HUÁRPIDOS
(9)
(8) (6)
(5) (4)
(3)
(2)
PATAGONIDOS
(1)
FUÉGUIDOS
HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS
que marcan la presencia humana en territorio argentino
(A) Mesolítico (10.000 a.C.) en lo que actualmente es la provincia
de Tierra del Fuego
(B) Malargüe (cultura Agrelo) provincia de Mendoza
(C ) Cultura Tandilense (7.000 y 5.000 a. C.) provincia de Buenos
Aries
(D) Gruta Intihuasi (8.000 a.C. +/- 95
a. p.) provincia de San Luis
(E) Cultura Riogallense, Paleolítico Inferior (10.000 y 7.000 a.C)
provincia de Santa Cruz
(G) Cultura Toldense (9.000 a.C y 7.000 a.C) provincia de Santa Cruz
(H) Cueva Palli-Aike (8.635 +/- 400 a.p); Cueva Fell (10.720 +/- 300
a.p); Cueva del Molodonto (10.782 +/- 400 a.p) provincia del Chubut
(I) Cueva Candoaga (fines últimos glaciares) provincia de Córdoba
COMUNIDADES
ORIGINARIAS de ARGENTINA
(1)
CANOEROS
- Yámanas o
Yahgán
- Alacalufes
Raza: Fuéguidos
Basaban su economía casi
exclusivamente en los recursos que les ofrece el mar, especialmente
la recolección de mariscos, la pesca y la caza de mamíferos
marinos: focas y ocasionalmente ballena, nutrias y aves marinas,
también pingüinos.
Recolección de: mejillones, almejas,
cangrejos y erisos de mar.
Para la pesca utilizaban canoas
(sentada detrás remaba la mujer, delante arponeaba el marido y al
medio iban los niños que cuidaban del fuego -al que llevaban a todos
lados-).
No conocen la cerámica; los
recipientes son simples conchas de moluscos o de corteza de haya y
otros de cuero (no hay ollas); para derretir la grasa se calentaban
piedras al fuego.
Yámanas: “Hanuxa” la luna era la
jeba de las mujeres (muerte del sol viejo que se convierte en la
estrella “Venus”.
(2)
CHONIK o PATAGONES del Sur
- Tehuelches
- Payniken (septentrionales -Río Luján)
- Adeniken
(meridionales)
- Tévesch
-Onas
- Haush
- Selknam
Raza: Patagonidos
Nómadas. Su economía se basaba
en la caza y recolección de productos agrestes. Se dedican a la caza
de guanacos del cual obtiene ademas de carne su lana y avestruz
(“rhea”) y otros animales menores.
En la caza del guanaco comían los
bofes, el corazón, el hígado, los riñones, la pella y el caracú,
a veces crudo.
Los Tehuelches comían la grasa que hay
sobre los ojos y la gordura cartilaginosa de las coyunturas de los
músculos del guanaco (que comen con gran aficción) así como el
corazón y la sangre del avestruz (a falta de artículos farinaceos
la gordura resultaba un artículo necesario). Hay referencias
antiguas de que comían semillas de una planta, que tostaban y molían
entre dos piedras. Además recolectaban también raíces de varias
clases que comían semi-crudas o asadas.
No fabricaban cerámica -recipientes-,
para cocinar utilizaban caparazones de armadillo y valvas de moluscos
o recipientes hechos de cuero.
En el siglo XVIII incorporan el caballo
para su movilidad y dentro de su dieta.
(3)
PUELCHE-GUENAKEN o PATAGONES del Norte
- Chechenet
- Leuvuche “Araucanos”
Raza Patagonidos (invadidos por
Andínos)
Economía: cazadores de guanacos
y avestruces -hacia el siglo XVIII comenzaron a comer carne de
caballo. Se dedicaban a la recolección de raíces y semillas; las
fuentes nos hablan de una especia de batata chica silvestre que
comían cruda o cocida. También preparaban bebidas alcohólicas.
Posteriormente tuvieron cerámica
(nunca conocieron el tejido).
(4)
PAMPAS
- Querandies
- Taluhet
- Divinet
Raza: Patagónidos
Economía: caza de venados;
recolección de productos agrestes, vegetales y animales. Una
característica de todos los aborígenes del sur: beben sangre
fresca; pegaban fuego a los pajonales cuando en ellos había mucha
langosta (el insecto) y así la tostaban, luego la molían y con su
pasta se hacía una especie de pan.
Alfarería: en los últimos tiempos. Al
adoptar el caballo dejaron de hacer cerámica.
La técnica para la caza del venado era
correrlos hasta agotarlos.
(5)
CAARRÚAS de la Banda Oriental
Charrúas
Güenoas
Minvanes
Bohanes
Yaros
Chanáes
Mbeyúaes
Raza: Patagónidos
En el siglo XIX desaparecen
completamente
Economía: caza de venados y
avestruz, pesca, recolección de huevos de avestruz y cogollos de
ceibo con el cual podían pasar largos días sin comer otra cosa.
En el siglo XVIII se servirían del
caballo
Fray Buenaventura comenta: “¡Mansa y
guerrera gente!, ¡da lo que tiene, ofrece su amistad!... ¡Permitid
que desembarque con vosotros para evangelizarla!” -Payró : “El
mar dulce” pag. 256
Algunos navegantes insisten en el
canivalismo de los charrúas (informe o crónicas de Levillier -Isla
Martín García, Solís, 1510)
Los Charruas se mezclaron con Minuaes y
con Guaraníes de las misiones y del Paraguay.
(6)
GRUPO DEL LITORAL
- Mepenes
- Mocoretáes
- Calchines
- Quiloazas
- Corondas
- Guaraníes
- Tímbues
- Carcaraés
- Chanáes
- Mbegúaes
- Querandíes
Raza: Patagónidos salvo los Guraníes:
Brasílidos
Economía: caza de nutrias,
venados, avestruz, y mencionaban unas “grandes ovejas como las del
Perú”, que posiblemente fueron guanacos; recolección de raíces y
semillas, también frutos y sobre todo de “miel silvestre”. Los
grupos del norte mencionan “arroz silvestre”. Pesca: el pescado
sobrante se secaba al sol y luego se ahumaba para conservarlo.
Cultivaban maíz, calabaza y poroto (sobre todo los Timbues)
Carcará: Cortazar lo menciona dentro
de Mbayáes y Guaycurúes, enviado por el Sr. Supremo había llegado
a ellos volando para transmitirles con inspirados graznidos el
mandato divino, debían hacer la guerra a todas las demás naciones,
exterminar a los hombres y adoptar a las mujeres y a los niños.
Por ello incorporaron pueblos enteros
como los Guana y los Chanés (sobrevivieron en el Chaco)
Navegaban en canoas monóxilas (hechas
con fuego) con remo doble de pala.
Freían en la grasa de pescado una
suerte de bollos de tierra que era su plato predilecto.
En los Timbúes se observa: comían
ciertas panojas de maíz doradas al rescoldo y tortas de harina del
mismo grano amasada con la exquisita miel de los bosques. Tejían en
telar fibra de algodón obtenido de los Payaguáes y esteras con
fibra vegetal que alternaban con pieles para servir de asiento.
Atacan Santi Spiritu fundada por los
españoles y se quedan con las mujeres
(7)
CAIGANG de la Mesopotamia Argentina
- Guaranís
- Caínaroes
- Begohaes
(Mbeguáes)
Raza: Láguidos
No eran cultivadores como lo fueron en
los últimos tiempos
Economía: recolectaban piñones
(las semillas del pino de Misiones o Araucaria Angustifolia), se
alimentaban directamente de ello o fabricaban una bebida alcohólica.
Los Cáingang de Misiones y Brasil
recolectaban además toda clase de tubérculos, frutas silvestres,
larvas de insectos, etc. Según Fernández de Oviedo el producto
principal que recolectaban los Cáingang mesopotámicos era la
algarroba. Caza (según Shmidt) de venado, chanchos del monte,
avestruz y unos “conejos que son iguales a una rata grande, salvo
que no tienen cola” (cobayos). Recolección presumida de miel con
la que preparaban también una fuerte bebida alcohólica. Pesca: poco
hábiles.
No fabricaban cerámica, utilizaban
recipientes fabricados con elementos naturales o cestas revestidas
interiormente de cera y calabazas, a veces recubrían también las
cestas con barro, algunos grupos de misiones habían aprendido el
arte alfarero en los últimos tiempos.
(8)
GUAYCURÚES del Chaco Oriental
- Abipones
-Riikahé
-Nakaigetergehé
-Jaaukanigá
(Mepenes)
- Mbayáes
- Payaguás
- Mocovíes
- Cocolotes
Aguilotes
-
Tobas
-Toba-míri (Py)
-Toba-guazú (Arg)
-Pilagáes
Raza Patagonicos
Corpulentos y esbeltos denuncian una
remota ascendencia patagónica
Utilizaban los caballos y comieron el
ganado que habían traído los españoles que pasó a ser su
principal alimento.
Actualmente se encuentran reducciones a
orillas del Paraná, al norte de Santa Fe, cerca de San Javier y
Santa Rosa de Calamuchita
Como cualquier criollo hace honores a
un costillar de vaca, si pueden disponer de la res, las mujeres no
descuidaban la precaución de cortar tiras, afirmando el gran trozo
en un ojal practicado en la carne cruda, por donde introducen el
dedo gordo del pie, eran lonjas saladas y enjutas, son reserva de
cocina, pero van más allá, se embuchan culebras, cuises, pescados
podridos, una iguana es carneada como un cordero. Cuando llega la
cosecha de maní los tragan crudo “de lo lindo”. Cualquiera sea
su comida lo que nunca falta, mientras tengan con que adquirirla, es
la bebida, especialmente caña y aguardiente, además de los
fermentos que ellos mismos fabricaban. El mate amargo, lavado por
innumerables cebaduras, les sirve de consuelo para engañar el
hambre, que en toro tiempo se saciaba con las langostas que les
comían los frutos, en este torneo de voracidad, ellos se adjudicaban
el triunfo poniendo a cocer en grandes ollas las langostas más
diminutas que ingerían gustosos, una vez convertidas en untuosa
mantequilla. En nuestros tiempos, cuando pueden, reemplazan tan
suculento manjar con los ingredientes de un mísero puchero que
devoran tomando del recipiente los trozos con la mano. Pero sobre
cualquier alimento, la carne de yegua sigue siendo su plato favorito.
Hablan de chupar sangre de caballo para calmar la sed.
Son diestros con la pesca y hasta
cobran yacarés.
Cosecha algodón y maní
Lataga: agua ardiente que sostenía
todas sus reuniones.
Economía: cazadores y
recolectores de frutos de algarrobo, chañar, mistol, tusca, molle,
higos de tuna, pequeños ananás silvestres, porotos del monte,
raíces distintas, cogollos de palmera y otros productos más.
Los Mocovíes comían también la
langosta que asaban ensartándolas en una varilla a las grandes y
cocina a las más chicas. “Las chicas antes que vuelen les echan
enteritas en una olla al fuego con un poco de agua, todas se hacen
una mantequilla realmente gustosa y suave, así se vengan bien de las
mangas de langostas, porque si éstas les comen los frutos, ellos les
comen sus hijos”.
Gustan sobremanera de la miel y toda
clase de pequeños animalitos. Caza: avestruz, tapir, pecaríes,
venado. La caza de pecaríes se hace con ayuda de perros. Pesca con
redes o lanza.
(9)
MATACOS y Congéneres del Chaco Occidental
- Mataco -Maccá
-Matacos
-Chorotis
-Ashluslay
-Maccáes
- Matacos
-Agoyáes
-Teucas
-Tayndáes
-Malaguayos
Raza Patagónidos
Estilo de vida similar a los Guaraníes.
Economía: recolección
esencialmente (aunque cazaban) de algarroba (noviembre a febrero),
porotos del monte, el tasi y los higos de tuna (fines del verano).
Pesca intensiva (en abril a junio)
época principal de la algarroba, restos del años caza, pesca o
recolección de tusca, tasi, cucurbitáceas silvestres, tubérculos,
cogollos de palmera, etc., miel de la que conocen 16 clases
distintas, según sea la especie de abeja que la elaboran. Pesca:
dorado. Cultivo: rudimentario de calabaza.
Se embadurnaban de humo de palo santo
(utilizado como leña) y la grasa de pescado.
Recolección de otros tipos:
cucurbitáceas, cogollos de palmera, lagartijas que asan vivas y
despojan luego del pellejo, grasa de pescado y langostas de toda
clase. Pesca: de palometas o pirañas.
Se preparaba charqui con pescado.
Con la algarroba preparaban aloja en
grandes cantidades (en troncos de yuchán ahuecados).
(10)
GUARANÍES (Tuppí – Guaraní)
(11)
PRIMITIVOS MONTAÑESES
-Jorjones
-Seguelguianaes
-Saguirguenes
-Colcolyanes
Puelches
algarroberos o Puelches de Cuyo
Raza: Huarpidos -invadidos por Andinos
Economía: cazadores y
recolectores, cazaban: guanacos y avestruces, más tarde caballos.
Recolectaban semillas y frutos silvestres, especialmente de algarroba
y molle, y piñones de Araucaria de los que vivían en la región de
los piñones. Para los Pehuenches los piñones representaban su
alimento principal, con ellos hacían una especie de pan, y algo así
como chicha (guardaban los piñones en grandes silos subterráneos,
hasta 3 o 4 años).
Cazaban: primero guanacos, luego vacas
y yeguas.
(12)
HUARPES de Cuyo
(13)
OLONGASTAS de los llanos (los Inguitas)
(14)
COMENCHINGONES de Cordoba (trogloditas / aborígenes
barbados)
Henias
Camianes
Raza: Huárpidos
Economía: cultivo de maíz,
zapallo, poroto y quínoa; criá de llamas; caza de guanacos, liebres
y ciervos. Recolección de frutas de algarroba y chañar.
Utilizaban morteros escavados en la
roca, también comanas que utilizaban con manos cilíndricas o
lenticular (también de piedra) para moler granos y semillas.
Practicaban la alfarería (cerámica),
cestos y redes.
(15)
LULE-VILLELAS del Tucumán
-Esisliné
-Toquistiné
-Oristiné
-Axostiné
-Tambostiné
-Guaxastiné
-Caustiné
-Vilelas
Propia
-Chunupí
-Pazainé
-Atalala
-Oimoampa
-Yeconoampa
-Vacaa
-Ocole
-Ipa
-Yooc
o Guamaka
Raza: Huárpidos
-Xúries es el nombre que daban al
avestruz
Economía: caza de pecarí o
chancho del monte que los españoles llamaron jabalí. Recolección
de frutas silvestres y raíces (algarroba con la que además hacían
chica) mieles silvestres (de muchas especies (una en especial llamada
“guarapo”). Bebían agua de lluvia que recogían en pozos.
Especies de miel que recolectaban y
conocían: -en lengua Lule- abocots, yalam, ane, gualé, yan, amil,
guilibili, cacots (siglo XVIII).
(16)
(Juríes) TONOCOTÉS de las llanuras Santiagueñas
Tocnocotés
de Santiago
Mataraés
(Río Bermejo)
- Matará
-Guacará
Raza: Brasílidos
Economía: agricultura de maíz,
zapallo y frijoles (porotos); practicaban la caza de todo tipo y
pesca (con el sistema de corrales); recolección de algarroba,
chañar, tunas y yuca silvestre (mandioca); cría de avestruz y aves
domésticas.
(17)
SANAVIRONES del bajo Río Dulce
Iuguitas
Ingitos o
Inguitas
división interna
Sanavirones
Malguesíes
Quesociés
Raza: Brasílidos
Economía: labradores,
cultivaban el maíz y frijoles, se dedicaban a la pesca y cría de
llamas (llamadas por los españoles “ovejas de la tierra”),
avestruces; recolectaban algarroba y chañar; practicaban la
alfarería, cestas y textiles.
(18)
C ANUS o DIAGUITO – CALCHAQUIES del Noroeste
Aregentino (NOA)
Polares
Calchaquies
Diaguitas
Quilmes o
Kilmes
Raza: Andinos
Economía: cultivo de la tierra,
maíz, zapallo, poroto, quínua (cultivo en andenes); cría de llamas
(animal de carga, productor de lana, la carne era poco consumida,
solo en situaciones rituales ya que creían que consumiendo mucha
carne se envejecía pronto.); recolección de algarroba (la que
guardaban en silos subterráneos) hacían patay y aloja y se consumía
también fresca.
Poseían influencia Incaica por lo cual
trabajaron el metal, cobre, bronce, oro y plata. Eran grandes
alfareros.
Calchaquies (aborigenes de La Paya =
cocina = 1963) hogar o fogón circular rodeado de piedras, mantenían
el fuego alimentado no con leña gruesa sino con ramazón y raíces
de roseta u otras matas leñosas del campo, por excepción se ve un
trozo de algarrobo u otra madera. Alrrededor de este fuego colocaban
una variedad de ollas en su mayor parte medianas, de 3 a 4 litros de
capacidad, y en mayor cantidad ollitas pequeñas, más o menos todas
con la misma cosa, pues unas están destinadas a los muchachos que
salen a cuidar las cabras u ovejas y otras a los hombres o mujeres,
etc., y no pocos pocos pastores llevan consigo, al salir por la
montaña la propia ollita con la comida preparada para desayunarse en
el campo. Como todos los vasos asimétricos que hemos hallado tienen
la boca muy ancha , no es difícil que retirados del fuego sirvieran
al mismo tiempo de plato, esto es una idea que apuntamos al pasar y
que sólo podríamos referirla a cortos vasos pequeños destinados
seguramente a los niños (el “puco negro” ha servido
preferentemente a los hombres); no es difícil que esto tenga algo
que ver con alguna costumbre que consistiera en servir a los hombres
ya maduros la comida, especialmente en platos, haciéndose distinción
a los del uso fuerte como homenaje a su superioridad. Aún hoy los
hombres generalmente son servidos antes que el resto de los demás
miembros de la familia y muchos hasta comen separados de ella. Comida
= la carne asada no era común en estos aborígenes, la costumbre de
comer carne en pucheros, cortada con los huesos en fragmentos de
tamaño reducido, se conserva hasta hoy entre los habitantes de esos
lugares.
(19)
CAPAYANES de la Rioja y San Juan
-Aguinanes
-Quilmes
-Calianos
Raza: Andinos
Economía: ganado de la tierra,
algarroba y llamas; cultivo de maíz, zapallo y quínua (graneros
semi-subterráneos); poseían morteros y comanas hechos en piedra,
trabajaban el metal.
(20)
OMAGUACAS de la Quebrada
Omaguaca
Purmamarca
Ocloya
Fiscara
Tiliar
Jujuy
Raza: Andinos
Economía: cultivo de la tierra,
maíz, papa y quínua; caza de guanacos, avestruz y aves; recolección
de algarroba (que guardaban en silos subterráneos); cría de llamas.
Confeccionaban cerámica (algunas
recuerdan las de “Tiahuanaco”), trabajaban el metal.
(21)
APATAMAS de la Puna
Raza: Andinos
Economía: cultivadores y
traficantes; cultivo de maíz, papa y quinua; cría de llamas.
Confeccionaban cerámica y trabajaban
el metal: oro y plata.
(22) ARAUCANOS (Mapuches) Andinos y
la Araucanización de la Pampa
Pichuenche
(gente del norte)
Huilliche
(gente del sur)
Pehuenche
(gente de los pinos)
Mapuche
(gente de la tierra)
Raza: Andinos .
Conglomerado de Andinos y Mapuches; Huárpidos (montañeses),
Pataponidos (Pampas)
Los Mapuches
creen que cada setenta mil años la tierra colisiona con otro mundo
y todo se destruye. Entonces los dioses inician de nuevo la creación
del mundo. Hablan de una inundación proveniente de la lucha entre
dos serpientes. Dicen que los actuales mapuches provienen del sol y
de la luna que enviaron sus rayos a la tierra en forma de una
extraña figura de piedra.
Economía:
los de la ultracordillera eran sedentarios, cultivaban la tierra,
los que se dirigieron al actual territorio de Argentina se dedicaban
a la caza, recolección y rapiña (la carne de yegua era su alimento
principal).
Fabricaban
adornos con plata (ambos sexos) y tejidos.
Ranqueles:
Parcialidad de origen araucano instalada en la Pampa, al este del
río Salado y al sur de Córdoba y San Luis (ver L. V. Mansilla y E.
S. Zebaballos)
Ranculche:
(Rankulche) “Ranqueles” Rankul = carrizo o cañaveral
Araucanos:
llamados así por los españoles, Arauco es el país y Araucana la
raza; Aucá (origen kesehua) = “revelde” o “libre por
excelencia” cuando se refiere a personas y “matrero”, “rerril”
“alzado, cuando se refiere a animales. Los nuevos rebeldes tomaron
el nombre de “Puelches”
Huilliches:
Huilli = sur / Pehuenches: Pehuen = pino
Tehuelches:
Tehuel = sur (Chonik) / Picunches: picun = norte
Mamuelches:
Mamuel o Mamull = monte, bosque, selva / Chadiche: Chadi = “sal”
(salinas grandes)
Provincia de
Buenos Aires: Tehuelches, Pampa y Araucana
Tehuelche pampa –
clasificaciones etnográficas
D´Orbigni llama
Puelche a los Gennaken
Tehuelche del
araucano = Tué- Huilli -Che (habitante de tierras del sur)
Te = Tué =
suelo, tierra
Huel = Huilli =
sur
Che = Gente o
habitantes
Los Araucanos los
denominaban : Aúeni Künk
Los Gennaken los denominaban L el
Funche; Llelfún = llanura y Che = gente, habitante.
El origen de los mapuches aun es
discutido; sin embargo, se sabe que hacia el siglo V ya existían
manifestaciones culturales en Chile que pueden rastrearse hasta la
época actual. Históricamente los mapuches se ubicaban
geográficamente entre los ríos Itata y Toltén, en Chile y se
encontraban emparentados lingüística y culturalmente con los grupos
mapuches vecinos denominados hoy picunches y huilliches.
Los mapuches presentaron una gran
resistencia a la dominación de la corona española durante todo el
siglo XVI, logrando expulsar a los españoles de su territorio. La
Guerra de Arauco se prolongó durante toda la primera mitad del siglo
XVII hasta la última gran rebelión mapuche de 1655, fecha desde la
cual las relaciones fronterizas se distendieron y se produjeron
importantes transformaciones sociales en el pueblo mapuche, fruto de
su expansión a las pampas argentinas y la intensificación del
comercio entre éstos y los criollos.
Para esa época los mapuches ya hacían
muestra de que el contacto con los españoles los había cambiado,
pasaron de un pueblo de organización tribal a estar gobernados por
varios estados independientes entre sí llamados butalmapus. El poder
se concentró en torno a las familias de los loncos ante necesidad de
organizarse en las guerras contra los europeos y crear grandes
ejércitos para rechazarlos, comerciar con ellos y concentrar el
ganado y riquezas para tener más poder de negociación en los
parlamentos con los criollos.
Previamente para mediados del siglo
XVI, se conoce que el área norte de Chiloé ya estaba poblada por un
pueblo horticultor y pescador de lengua mapuche y que en la
historiografía es conocido como cunco (a menudo considerados como
una parcialidad de los huilliches), y de quienes se cree que habían
arribado a la zona desde el continente unos siglos antes. A partir de
esta migración, este grupo habría aculturizado parcialmente a los
payos y a los chonos.
Iniciado en Argentina este proceso
alrededor del siglo XVI sobre la región cordillerana, se desarrolló
fundamentalmente durante el siglo XVIII extendiéndose paulatinamente
al sur mendocino y las llanuras mediante la difusión de elementos
culturales y el desplazamiento de pequeños grupos de pehuenches
araucanizados y huilliches y posteriormente de mapuches de la
Araucanía (Los mapuches usaron los nombres tehuelches (chewelche
'gente bravía') y puelches (pwelche 'gente del este') para varias de
las etnias de esta región de manera un tanto inconsistente).
El interés de
estos grupos mapuches por esta región se centraba, esencialmente, en
su riqueza del ganado. Otra razón fue la presión demográfica que
ejercían los españoles en sus campañas en la región de Arauco.
Además estaba la alta densidad demográfica de la comarca, aunque
las autoridades estimaban en 100.000 ó 70.000 salvajes en 1793 y
1812 respectivamente, la cifra real probablemente alcanzaba las
150.000 a 200.000 gentes.8 A partir de entonces es que empezaron las
grandes migraciones a la Pampa.
Ya en una fecha tan temprana como 1810 los huilliches de Valdivia
migraron a las Grandes Salinas o Lagos Salados. A estos se les
sumaron la mayor de las migraciones, producida entre 1818 y 1823: la
de los Mapuches vorogas. Esta última inmigración, según el
profesor Roberto Edelmiro Porcel —miembro de número de la Academia
Argentina de la Historia— se produjo durante el transcurso de la
Guerra a muerte en Chile, desde 1819 hasta 1824, mediante numerosas
inmigraciones de mapuches al este de la Cordillera de los Andes, que
llegaron a las Salinas Grandes, Sierra de la Ventana, Guaminí y
Epecuén.
Es asi como durante la Guerra de la Independencia de Chile, los
mapuches vorogas del Cautín que lucharon a favor de los españoles
en apoyo del rey Fernando VII, vencidos, huyeron a la Argentina junto
con los hermanos Pincheira y sus guerrilleros realistas. En su viaje
fueron acompañados por abajinos de Venancio Coñoepán de Cholchol y
los huilliches de Maquehua. El número de vorogas que cruzaron la
cordillera fue de 40.000, contando lanzas y chusma, aunque otras
estimaciones rebajan la cifra a 10.000. Tras malonear primeramente en
el sur de Mendoza, San Luis, Córdoba, Santa Fe y oeste de Buenos
Aires, luego ocuparon con el apoyo de los Pincheira y sus soldados
las tierras de los pampas, a los que vencieron y persiguieron. De
hecho, la presión demográfica de los recién llegados se hizo
sentir de inmediato, los ranqueles por ejemplo tuvieron que moverse
al norte-centro de la Pampa, aunque luego se expandieron a Tandil.
Por otro lado, los tehuelches y pampas fueron desplazados hacia el
norte de la Pampa o hacia la Patagonia o se mestizaron con los
araucanos. Por ejemplo, los manzaneros que vivían entre el lago
Nahuel Huapi y la actual San Carlos de Bariloche eran una agrupación
formada por pehuenches, huilliches y tehuelches.
A su vez, los vorogas fueron masacrados el 8 de septiembre de 1834
por los huilliches de Calfucurá en Masallé con la aprobación de
Juan Manuel de Rosas, el huilliche había llegado a las Grandes
Salinas con apenas cien guerreros. Algunos sobrevivientes se
dispersaron y terminaron formando la tribu de Coliqueo pero la
mayoría optó por el sometimiento a Calfucurá. Esta actitud se
puede deber a que en 1830, las dos tribus más poderosas de la Pampa,
ranqueles y vorogas, se habían unificado bajo el mando de Yanquetruz
pero al año siguiente los primeros abandonaron la alianza producto
de su desconfianza a Rosas ya que creían que este planeaba
atacarlos. Así los vorogas permanecieron aliados de Buenos Aires y
tuvieron que avanzar contra los tehuelches y ranqueles. Rosas,
temiendo la reconstrucción de esta alianza, y esta vez no a su
favor, probablemente permitió el ataque.
Otra migración de importancia fue la de los mismos Pincheira,
quienes acompañados de bandoleros, guerrilleros realistas,
pehuenches y algunos vorogas cruzaron en 1826 los Andes y se
instalaron entre los boroanos con los que lanzaron diversos malones a
lo largo de toda la Pampa por más de dos años. Luego, en 1829 los
vorogas se aliaron con Rosas y abandonaron a los realistas a cambio
de poder quedarse en las Grandes Salinas. En esos mismos momentos una
tropa de 30 soldados chilenos y mil lanzas abajinas y boroanas para
acabar con los realistas pero al no contar con el apoyo bonaerense
tuvieron que aliarse con los tehuelches septentrionales para
combatirlos.Tras dos años la tropa de disolvió, y su líder,
Venancio Coñoepán, se quedó combatiendo al servicio de Buenos
Aires junto a los tehuelches y pampas a los salineros, sirviendo de
cinturón defensivo ante sus incursiones, hasta que fue vencido y
muerto por Calfucurá.
El vado de
Choel-Choel era fundamental para el control de los arreos de ganado
robado con destino a Chile, a traves del llamado camino de los
chilenos. Alrededor de 1821, un malón de moluches apoyados por
tropas regulares de Chile, provistas además de artillería, derrotó
a 1.800 guerreros tehuelches, tomando el control del vado. Luego de
este combate, el pueblo mapuche fue tomando posesión definitiva del
territorio y mezclando su sangre con las mujeres de sus vencidos.
Este proceso
comenzó a ser interrumpido por la Pacificación de la Araucanía y
la Conquista del Desierto en los actuales territorios de Chile y
Argentina respectivamente. Entre las últimas migraciones de
importancia, durante la década de 1870 se produjo la emigración de
unos 10.000 mapuches cruzaron desde Chile a Argentina como
consecuencia de la Pacificación de la Araucanía y durante el
transcurso de la década de 1880, e igualmente otro número
importante realizaría la inmigración desde Argentina hacia Chile
debido a la Conquista del Desierto. Finalmente, debido a las
reducciones de territorio a que fueron sometidos varios miles de
mapuches en Chile, un grupo de ellos volvería a cruzar los Andes
hacia Argentina desde el lado chileno durante la última década de
dicho siglo.
Debido a las
guerras tribales y continuas venganzas, que respondían a ataques con
ataques y a muertes con muertes, se produjeron enormes matanzas y
pérdidas de vidas entre las distintas etnias, muriendo millares de
indigenas de lanza y de chusma; muchas veces sin distinguir siquiera
entre hombres, mujeres y niños.
Lazzari y Lenton elaboraron una critica
al concepto de araucanización argumentando que el mismo se apoya
sobre el concepto de nacionalismo. Indican que la presencia, en las
pampas o patagonia extraandina, de rasgos culturales o grupos humanos
cuyo origen remite a la Araucanía fue advertida muy tempranamente
por cronistas, exploradores, militares y misioneros. Pero es
destacado como un fenómeno importante en la medida en que comienzan
a consolidarse los estados nacionales argentino y chileno, a fines
del siglo XIX.
En la medida en que ambos estados
fueron controlando militarmente el territorio, la cuestión indígena
dejó de ser un tema importante para las élites dirigentes y el tema
geopolítico pasa a ser el dominante y la cuestión indígena queda,
así, absorbida por la cuestión geopolítica.
Lenton
utiliza los conceptos de Estanislao Zeballos que identifica como
ideólogo de la Campaña del Desierto. Señala como los grupos que
fueron tenidos por 'invasores' por él eran los que estaban
exactamente en los territorios donde el estado argentino tenía
proyectos de expandirse. Así los indios al sur del río Negro no
eran invasores en 1879, año en que tiene lugar una campaña militar
que tiene como limite sur, dicha demarcación.
Norberto E. Petryk, chef instructor asesor en gastronomia