viernes, 18 de noviembre de 2011

Los afrodisíacos y la literatura



“….todo olía a mar, a especias, a lejanía, a canela, a madera de sándalo.
Todo había pasado por manos morenas o amarillas, había sido mojado
por la lluvia de los trópicos, había contemplado la maravilla de la selva…
…Ahora, para encontrarme a mí mismo, entera y ardientemente, tenía
que recurrir a un fuerte estímulo que me sacudiera…”
-Herman Hesse; “La infancia de un mago”(1923)-


De: “Como incrementar y mejorar EL AMOR”. Luis María Golian, ed. Buró. 1998-
-Ningún recurso o poción fantástica resulta más eficiente para desencadenar el deseo que la combinación de estos tres factores: la presencia de la persona amada, el lugar más conveniente y el momento apropiado.
-Flores de saúco: A pesar de ser una receta africana, los gitanos acostumbraban, con frecuencia, a valerse de los poderes de esta flor para resolver problemas de impotencia o frigidez.
Se deben escoger siete flores de Saúco, dejar secar, molerlas luego hasta convertirlas en un polvo bien fino. Después, agregarles aceite de almendras hasta obtener una especie de pasta. En una noche de luna llena se debe aplicar esta pasta sobre el órgano sexual. –Vale recordar que el resultado solamente será conseguido si todo el procedimiento es realizado con mucha fe-

-Desde la Edad Media y aun en descripciones del Antiguo Testamento (Raquel, hermana de Lía, utilizó la Mandrágora para su gravidez); aseguran que el té de Mandrágora, tomado a la hora de dormir, es capaz de transformar a cualquiera en un tremendo Don Juan.
Otras plantas también muy utilizadas para este fin es el Ginseng; jengibre, la carqueja, las almendras, el berro, la salvia y mejor combinados con huevos de codorniz.

-Según las leyendas africanas, Xangó, en el inicio de los tiempos fue conquistado por las recetas preparadas por Oxum.
-En la Edad Media –las muchachas de aquella época- ni siquiera intentaban saborear una manzana roja o un plato cualquiera que tuviera algún ingrediente de ese color, que que era considerado el color del pecado. (Ahora recuerdo, que en una oportunidad, el dueño de un Hotel de Merlo –Pcia., de San Luis- me dijo que le resultaba excitante la salsa de tomates). La manzana roja fue un fruto prohibido a las mujeres de bien, así como otros alimentos que, por haber sido de ese color, estaban prohibidos para las mujeres. Había también algunas yerbas afrodisíacas de las cuales ya se conocían muy bien sus poderes, que solo podían ser plantadas en los jardines de los prostíbulos.
-Madame Dubarry, una de las ultimas amantes del Rey Luis XV, se hizo conocida por preparar abundantes tazas de chocolate para garantizar una buena performance real en la cama.
-Las mujeres de Bahía (Brasil) recomiendan una receta muy simple: basta juntar siete pimientos (no importa el tipo), sal, cebolla y pisar todo. Luego se le debe agregar vinagre y aceite y terminar de mezclarlo muy bien. Se sirve acompañado de cualquier otro plato como ser un pescado al horno, camarones o cualquier producto –con preferencia de mar-.





-En Umbanda, son atribuidos a la manzana, la uva y el melón poderes fantásticos para el despertar del amor.



Después de leer “Afrodita” de Isabel Allende yo insistiría en que sí, a pesar de que ella misma reconoce que después de dar vuelta al mundo en busca de afrodisíacos, termina descubriendo que el más poderoso es el “amor”.

Si quieres créeme, no te apresures demasiado a llegar al término del placer, sino procura, con hábiles retrasos, alcanzarlo lentamente. Cuando hayas localizado el lugar más sensible, no venga un estúpido pudor a detener tu mano. Verás entonces cómo brillan sus ojos con trémula luz, parecida a los rayos del sol reflejados por el espejo de las olas. Luego llegarán los lamentos mezclados con tierno murmullo, los dulces gemidos y esas palabras irritantes que estimulan el amor. Pero, piloto atolondrado, con el despliegue excesivo de las velas no vayas a dejar atrás a tu amante; tampoco toleres que ella te adelante; bogad al unísono hacia el puerto. La voluptuosidad llega a su punto culminante cuando, vencidos por ella, los amantes sucumben al mismo tiempo.
-Ovidio-




A veces, cuando saciado el placer, el olfato cansado como los demás sentidos, sobre la almohada me adormezco y mis ojos se mueren en dirección a un rostro extinguiéndose así recuerdos y presagios… Entonces, del entrelazamiento de las piernas y los brazos, de los pies dulces que se besan bajo las sábanas húmedas de esa languidez tan voluptuosa sube un gusto a humanidad que me avergüenza un poco, pero tan bueno, tanto, que uno desearía comerlo.
-P. Verlaine-




(…)Y, sin embargo, no ahitarán tus labios, con una empalagosa hartura, sino más bien bien sentirás hambre, en medio de la abundancia, haciéndolos encenderse y palidecer con renaciente variedad.
-W. Shakespeare-





Afrodisíacos “Vero ma non tropo” –según Miguel Brascó-
La pintura é caso mentale, dijo Leonardo.
Lo mismo que la pintura los bocados afrodisíacos son cosa mentale. Y además, depende de. ¿De que dependen? Después te explico.
Su nómina figura en todos los manuales del soffíare o fríquiti friqui, incluyendo toda preparación culinaria donde intervengan uno o varios ingredientes conseguibles fácil en cualquier s-market, como espárragos, apio, perejil, alcauciles, rabanitos, apionabo, nueces, almendras, sesos, riñones, langostinos, caviar, nísperos. Estimulantes eróticos más confiables pero de gestión algo más ardua son el queso Livarot, el faisán silvestre, pernil de jabalí, morillas y chantarelles del sotobosque, carne o sopa de tortuga, langosta de Juan Fernández, percebes gallegos, erizos y piures chilenos, jengibre fresco, trufas negras del Périgord, tartuffi bianchi del Piamonte, angulas del Cantábrico, aleta de tiburón, paling holandés, hipocrás, animillas, amourettes, emisoras o milandras.
Condimentados con pimienta verde, vainilla, nuez moscada, azafrán, ajíes picantes o (lo mejor de todo) cuerno rallado de rinoceronte.
Comer una buena sopa de tortuga vigorizado con amourettes y un aderezo de pimienta verde puede conceder concretos ímpetus afrodisíacos adicionales a cualquier fantasioso o fémina cholula de la tierra a quien el cocinero instruye, ingrediente tras ingrediente, sobre el origen de cada uno. La Tortuga base es una franche del Caribe antillano más acérrimo, de la cual sólo se utilizan los pequeños gigots macerados en azafrán español de Murcia y bouillies baisse (como la bouillabaisse) con amourettes. Cocción lerda, pues, y larga en tiempo y paciencia, porque cada media hora hay que adelgazar el caldo con jerez español Fino La Ina. Al final se incorpora cucharada grande de genuina (hay una trucha) pimienta verde de Madagascar aplastada en mortero de porcelana. En el restaurante del Hotel Península de New Cork ese plato te lo facturan 45 dólares. Cualquier señor-señora (monsieur-dame) informado sobre todo esto debe experimentar, sí o sí, un despiporre de gónadas. Por otro lado, llegan a traérsela en plato hondo de burda loza made in Seúl sin agregar detalle alguno sobre contenidos y en una de esas ni la toma. O la toma pensando en otra cosa y no se da cuenta. O se da cuenta, pero las gónadas impertrepidas che.
Con esto te enfatizo que los afrodisíacos, lo mismo que la pintura, son cosa mentale.

Los afrodisíacos son ambivalentes”
Las faenas del sexo son por un lado lujuriosas placenteras que casi siempre (o con bastante frecuencia) estamos bien dispuestos (o eventualmente ansiosos) de compartir con alguien que justo se ubicó (o nos encantaría que se ubicase) en la mira de nuestros exocets eróticos. Pero por el otro, esas faenas son compromisos u obligaciones que debemos cumplir sí o sí aunque estemos en uno de esos días en que (dice Reynaldo Sietecase) “preferimos, como el sol, una tarea cercana a la pereza”.
Fea ocurrencia es que uno esté operando con el sexo lujurioso y el Otro con el sexo obligatorio. Es una de las peores desinteligencias metafísicas que tiene la humanidad. Uno está que vuela y el otro te mira como actor de reparto en película de Bergman. O viceversa. Nunca me puse de acuerdo conmigo mismo sobre cual de las dos situaciones es peor.
El lujurioso asedia al Otro con una insistencia a veces inverosímil. ¿Quién no lo hace o hizo, no una vez sino muchas, a cada rato? Somos Julián Sorel persiguiendo sin descanso a madame de Rênal en Le Rouge et le Noir de Stendhal. Pero después, cuando con todo el despiporre decúbito nocturnal apasionado correspondiente, madame cedió ¿Cuántas veces? A los requerimientos fogarotosos, a Sorel le sobreviene la apatía desganada.
Por eso los afrodisíacos que uno articula infatigable sobre el Otro pueden muy bien desembocar algún tiempo después en el autosuministro. Precaveos, pues.


Tomado de: -“Todo lo que usted siempre quiso saber sobre los afrodisíacos y no se atrevía a preguntar”. Miguel Brascó. Rev. Veintidós. Año 2, N°86-

Claro que yo no estoy para nada de acuerdo con este señor, creo que no se tomó el tiempo suficiente para investigar el tema y escribió esa nota porque los afrodisíacos venían haciendo mucho ruido....


De: “El cantar de los cantares”

“Confortadme con pasas, /recreadme con manzanas,/ que desfallezco de amor”-2,5-
“Mi amado mete la mano por el agujero de la llave./ Mis entrañas se estremecen todas./ Mi alma desfalleció al oírle / Me levanté para abrir a mi amado,/ mis manos destilaban mirra/ y mis dedos se impregnaron de exquisita mirra/ en el pestillo de la cerradura.”-5,4,5-
“¡Que hermosa eres, qué hechicera, qué deliciosa, amada mía!/ Esbelto es tu talle como palmera/ y son tus senos sus racimos./ Yo me dije: Voy a subir a la palmera/ a coger sus racimos./ Sí, sean tus pechos racimos para mí./ El aliento de tu boca es aroma de manzanas; / Tu boca es vino generoso, /que se entra suavemente por mi paladar / y suavemente se desliza entre labios y dientes.” -7,7,10-


De: Epístola 31 de Séneca

Se refiere al azafrán, por medio de tubos ocultos, brotaba con ímpetu en las salas de festines. Se lo utilizaba sobre todo en las fiestas sagradas, para perfumar loa cojines en que se colocaban las estatuas de los dioses.




De: “El TAO de la cocina”. Erich Baue / Uwe Karstädt. Ed.Edaf (Madrid) 1996-

Afrodisíacos según la filosofía china del Tao:

Albaricoque
Alcachofas
Ostras
Plátano
Albahaca
Pera
Champaña
Ají
Coñac
Curry
Dátil
Huevo
Endivias
Fresa
Faisán
Higo

Cacap
Cardamomo
Zanahoria
Caviar
Cereza
Cilantro
Calabaza
Salmón
Langosta
Licor
Almendras
Mejillón
Adormidera
Nuez moscada
Clavo de olor
Naranja

Vino blanco
Azafrán
Té de yogui
Nata
Canela
Gambas
Espárrago
Tabasco
Uva
Vainilla
Fresas silvestres
Pimentón rojo
Romero
Vino tinto
Melón
Aguamiel

Trucha
Cebada
Carnero
Arándano
Frambuesa
Miel
Pimentón –dulce-
Pimienta
Té de menta
Melocotón
Prosecco
Pollo
Bogavante
Sake
jengibre
Orégano


-La fiesta de Pascua, originariamente consagrada a la diosa fertilidad Ostara, dedicada a la pujanza de la naturaleza. (…)los huevos de Pascua se consideraban antiguamente (y aun hoy día en algunos ambientes rurales) como un medio para aumentar la potencia sexual y como un encantamiento propiciatorio de la fertilidad.




De: “El Satiricon”; Petronio Arbitro, Cayo –Ed. Sin datos-


“Satirio”, Satyrion. El satirio –dice Plinio- es un eficaz estimulante para el apetito carnal.
Los griegos creían que esta raíz, con sólo tenerla en la mano excitaba deseos eróticos ¡mucho más aún si se la bebía en infusión de vino! Por lo cual se hacía beber esta infusión a los moruecos y machos cabrios demasiado tardos en cubrir.
“Los ardores producidos por el satirio –agrega Plinio- se aplacan tomando agua de miel e infusión de lechuga”.
En Grecia se daba el nombre de satírio a toda clase de bebidas que excitase el apetito carnal. El satírio es la misma planta que Apulea –el médico- llama “priapiscon o tesbiculum leporis”. 

 


De: “Kama Sutra” –manual de erotología Hindú-

Cuando una persona no acierta a conseguir el objeto de sus deseos por uno cualquiera de los medios aquí preceptuados, debe entonces recurrir a otros medios para atraerse a los demás.
Una bella presencia, buenas cualidades, juventud y liberalidad son los medios principales y los más naturales de hacerse grato a los ojos de los demás. Pero, a falta de ellos, un hombre o una mujer recurrirán a medios artificiales, o al arte; y he aquí en consecuencia, algunas recetas que podrán resultar útiles:

e) Comiendo polvo de nelumbrium speciosum, de loto azul y de mesna roxburghii, con manteca clarificada y miel, un hombre se vuelve amable a los ojos de las mujeres.

a) Si un hombre , después de haber frotado su lingam con una mezcla de polvos de manzana espinosa, de pimienta larga, de pimienta negra y de miel, tiene comercio sexual con una mujer, la somete enteramente a su voluntad.

Medios para aumentar el vigor sexual:

a) Un hombre adquiere vigor sexual bebiendo leche mezclada con azúcar, raíz de la planta uchchata, pimienta chaba y regaliz.

b) Leche azucarada, en la que se hace hervir un testículo de carnero o de macho cabrío, produce vigor.

c) El mismo efecto se produce en el jugo del hedysarum gangeticum, el Kuili y le Kshirika mezclado con leche.

d) El grano de pimienta larga, el de sanseviera roxburghiana y el del hedysarum gangeticum, todos molidos en conjunto y mezclados con leche producen un resultado análogo.

e) Según viejos autores, si un hombre muele granos o raíces de trapa bispinosa, de Kasurika, de jazmín toscazo y de regaliz, con Kshirakapoli (especies de cebolla) y diluye el polvo en leche mezclada con azúcar y ghee (manteca clarificada); y, después de haber hecho hervir toda esta mezcla a fuego lento, bebe el jarabe así formado, estrará en disposición de gozar con una cantidad innumerable de mujeres.

f) Igualmente, si un hombre mezcla arroz con huevos de gorrión y, después de haberlos hecho hervir en leche agrega ghee y miel y bebe cuanto es necesario, logrará el mismo resultado.

g) Si un hombre toma cortezas de granos de sésamo y las moja en huevos de gorrión, y, lurgo de hervirlas en leche mezclada con azúcar y ghee, con frutos de trapa bispinosa y Ksurika, y de haber añadido harina de trigo candeal y de habas, bebe esta composición, alcanzará según se dice, el poder gozar de una infinidad de mujeres.

h) Mezclad al mismo tiempo ghee, azúcar y regaliz en cantidades inguales; después, jugo de hinojo y leche: tal composición nectárea es reputada santa, preciosa para el vigor sexual, preservadora de la vida y agradable al gusto.

i) Bebed un jarabe compuesto de asparrgus racemosus de las plantas shvadaushatra y gaduchi, de pimienta larga y regaliz, hervidas en leche, miel y ghee, en primavera: dicese que esto produce el mismo efecto.

j) Haced que hiervan en agua el asparagus racemosus y la planta shvadaushtra, con frutos machacados de premia spinosa, y bebed esta composición: tiene, según se afirma, igual virtud.

k) Bebed ghee hervido, o manteca clarificada, por la mañana, en primavera: esto pasa por ser sano, fortificante y grato al paladar.

l) Mezclad juntos, por partes iguales, grano de shvadaustra y flores de cebada, y cada mañana, al levantarros, comed un poco, en la cantidad de dos palas aproximadamente: tal receta produce el mismo efecto que la anterior.

También hay sobre esto versículos que dicen:

“Los medios (*) de producir el amor y el vigor sexuales son enseñados por la ciencia médica, por los Vedas, por las personas que están iniciadas en las artes mágicas y por parientes o amigos íntimos. No se debe intentar ningún medio de efecto dudoso, capaz de deteriorar el cuerpo, que implique la muerte de animales y que ponga en contacto con cosas impuras. Los solos medios que se han de emplear deben ser sanos, eficaces y aprovados por los brahmanes y los amigos”.
(*) Desde tiempo inmemorial, los autores orientales se han ocupado de los afrodisíacos. He aquí, a este respecto, una nota que tomamos de una traducción del Arte de amar indio, o Ananga Ranga: “Los libros del Extremo Oriente dividen los afrodisíacos en dos series: 1ª, los afrodisíacos mecánicos o naturales, tales como las incisiones, la flagelación, etc.; 2ª, los afrodisíacos medicinales o artificiales. A la primera serie pertenece la aplicación de insectos, tal como es practicada por ciertas razas salvajes. Todos los orientalistas conocen el cuento del viejo brahmán cuya mujer insistía en que él se dejara picar aún por una avispa.”





De: “El Ananga-Ranga” (Tratado Hindú del Amor Conyugal)

(…) Aquí acaban los remedios que reconfortan el corazón y excitan los deseos. Pero si el lingam es blando o pequeño, resulta por completo incapaz de contentar a la mujer, y de hacerla amar y respetar a su marido. De aquí la necesidad de otras recetas para reforzar y agrandar ese miembro, volviéndole sólido y fuerte, duro y vigoroso.

-Primer Prayoga: -Tomad cantidades iguales de Chikana (hedysarum lagopodioides), de Lechi, de Kosth (costus speciosus o arabicus), Verkan (raiz de iris), de Gajapimpali (potos officinalis), de Askhand (physalis flexuosa) en palos, y de kanher-root (oleandro, nerum odorum), moledlos y mezcladlos con manteca; esta composición aplícala al órgano, y al cabo de dos ghari (cuarenta y ocho minutos) tomará el tamaño de un miembro de caballo(*1)

-Segundo Prayoga.- Tomad partes iguales de Raktabol en polvo (mirra, llamada así porque aumenta la sangre (*2), de Manashil (sulfuro rojo de arsénico) de Costus arabicus, de anís (*3) y de bórax; mezcladlos en aceite de sésamo oriental, untad el miembro, y se producirá la irritación deseada.

-Tercer Prayoga.- Tomad partes iguales de Sindhava (sal de roca), de pimienta, de costo, de Riugani-rrot (solarum espinoso), de filamentos de Aghara (achyrantes aspera), de Askhand (phisalis flexuosa), de cebada, de Urid (phaseolus mungo), de pimienta larga, de Shyras blanco (especie de mostaza) y de Til (Ginjilee o sésamo); machacad, mezclad con miel y aplicáoslo sobre el borde inteior de la oreja. Este medicamento produce una hinchazón enorme, y si se aplica a una mujer, le inflamará los senos.

-Cuarto Prayoga.- Tomad una Bibva (especie de nuez, semicarpus anacardium), sal negra (*4) y hojas de flores de loto, reducid todo a cenizas y sumergid en el jugo del solanum espinoso (solanum Jacquini); untaos después el lingam con excrementos de Mahishí o búfala, y aplicad las cenizas. Inmediatamente engrosará y se pondrá tan fuerte como la mano del mortero en que se machaca el arroz. Esta prescripción es reputada como eficaz.

-Quinto Prayoga. –Mezclad corteza de Lodra (¿symplocos racemosa? ¿Moriunda citrifolia?), Hirakas (caparrosa, vitriolo verde o sulfato de hierro); Gajapimpali (pothos officinalis) y Chikdna (hedysarum lagopodioides) con Til o aceite de sésamo, a aplicad esto al lingam: se agrandará inmediatamente. Empleado por una mujer, esta composición le hará hinchar los labios del yoni.

-Sexto Prayoga. –Mezclad el fruto del Dorli (solanum macrorrhizan), nueces (semicarpus anacardium) y corteza de granada con aceite amargo (de mostaza, sinapis dichotoma, empleada principalmente para quemar), y aplicad esto sobre el órgano: se volverá más grueso.

Hasta aquí, las recetas para aumentar la largura y el grosor del lingam; seguidamente, vienen los procedimientos inversos para la estrechez y el cerramiento del yoni.

A media que las mujeres avanzan en edad, y sobre todo depués del parto, se produce en ellas un cierto ensanchamiento seguido de blandura y de flacidez del órgano. De aquí la necesidad de prescripciones para reestrecharlo y afirmarlo, de manera que aumente el goce del marido, especialmente cuando está él en la flor de la edad.

Primera prescripción. –Tomad loto, tallo o flor; machacadlo en leche, amasadlo en pequeñas bolitas e introducidlas en el yoni: la mujer, aunque tuviere cincuenta años, se volverá como una virgen.

Segunda prescripción. –Tomad un trozo de corteza de abeto (pinus deodaru) y moledlo juntamente con cúrcuma, con Daruhalad (cedoaria) y con filamentos (¿polen?) de flor de loto; aplicadlos interiormente: resultará una gran constricción de tejidos.

Tercera prescripción. – Tomad grano en polvo de Talmakhana, con zumo del mismo grano, y frotad con ellos el yoni, por dentro y por fuera: el refortalecimiento será instantáneo.

Cuarta prescripción. –Machacad juntas cantidades inguales de Triphala (los tres mirobolanos anteriormente especificados), la flor de Dhavhati (grislea tomentosa), de corazón de Jambhuli (manzano rosa) y Sanvari (algodonero sedoso, bombax heptaphyllum) con miel; introducid esto en el yoni, y parecerá el de una mujer que no ha estado nunca casada.

Quinta prescripción. – Machacad juntos granos de Karu-Chompali (calabaza blanca, amarga, cucúrbita lagenaria) y corteza de Lhodra (¿symploco racemosa?, ¿morinda citrofolia?), introducidlos en el yoni, y el hueco que se produce después del alumbramiento será completamente reducido.

Sexta prescripción. –Tomad tiras de Askand, de Chikana, de Onva (o Ajvini, especie de aneto), de cedoaria, de loto azul, de costo y del Vala, o del Khas-Khas (andropogon muricata); mezclad en partes inguales, moledlos en agua y aplicadlos cada día en el interior: resultará un constreñimiento muy satisfactorio.

Septima prescripción. –Tomad la sal producida por la ebullición y vaporización de la corteza de Moh (bassia latifolia), mezcladla con miel e introducidla a modo de supositorio en el yoni, que llenaréis hasta los labios cada día: y quedará como curtido(*5).

(*1) Los chinos tienen por cierto un secreto de este género: es la pildorilla color de rubibarbo, encerrada en una cápsula de cera y compuesta de materias vegetales, como se ha demostrado en numerosos análisis. Disuelta en agua caliente y aplicada al órgano, produce una fornicación seguida de una irritación intensa, cuyo efecto es el aumentar notablemente las proporciones del miembro, llevando a él una cantidad anormal de sangre.

(*2) La mirra, goma inestimable que tenemos la torpeza de desdeñar, parece ser, en las farmacopeas india y árabe, una especie de remedio universal. Tan es así, que, hacia el año 1500, nuestros libros de medicina preconizaban en ella una panacea para todas las enfermedades.

(*3) Otros dicen Karvi-Dorki, el fruto del eucumis acutangutus o sulcatus.

(*4) Esta sal negra se obtiene sumergiendo el artículo fósil en agua con mirobolanos émblicos; es un tónico muy conocido, que se emplea también, en ciertas proporciones, como apreritivo.

(*5) Este procedimiento de contracción es generalmente usado en la India. Los europeos, que, comúnmente, no tienen allí trato sino con las prostitutas, se imaginan que las mujeres emplean el Chunam, o cal apagada. Es un error vulgar: el constrictor más generalizado es una infusión de corteza astringente, reforzado a veces con alumbre.




 

De: “El Katab” –Libro musulmán de las leyes secretas del Amor publicado por primera vez en español, traducción: Juan B. Bergua-

(…)cuando la impotencia es el resultado de un temperamento frío y húmedo, hay quien dice que esta imperfección se combate fácilmente afeitándose o haciéndose afeitar todo en torno al Dkeur, perineo y bolsas, práctica que se dice incluso que observaba, sin duda, por comodidad y capricho, no por impotencia ciertamente, el Profeta. También se dice y recomienda una alimentación a base de huevos, a causa de haber en éstos cierto principio que por lo visto aumenta la semilla humana y multiplica sus animalículos (espermatozoides). Bien que no lo crea mucho, lo apunto, dado que en todo caso no hay mal alguno en ensayar estos remedios.

K.-Según el Ulema Djelal-ed-din, Abu Silimán Daud, un individuo vino un día a quejarse al Profeta de que no tenía hijos. Este, por toda prescripción, le aconsejó que comiese huevos. La tradición no dice si le dio resultado hartarse de huevos o si tantos deseos tenía de hijos, que al volver junto al Profeta éste no le daría un consejo verdaderamente eficaz: buscar un amigo que tuviese fama de buen repoblador, compartir con él los huevos y la mujer y aceptar como suyos los hijos paridos por ésta gracias a su ayuda.

L. –El empleo del hinna (henné), aplicado como tinte sobre la extremidad de los dedos, sobre el cráneo y en lo pies, excita también al coito y, como consecuencia, combate la impotencia fisiológica por frialdad. “Teñios con henné –ha dicho Ahas-; rejuvenece, embellece y empuja a la cópula.” Por otra parte, Abú-Rafí refiere lo siguiente: “Un día estaba en casa del santo Profeta. Yo estaba sentado y he aquí que él se pasó la mano por la cabeza y dijo: “¡Escuchadme! Haced uso del gran cosmético colorante llamado hinna (henné). Su polvo, obtenido pulverizando las hojas secas de la planta que le produce, endurece la piel, además de embellecerla, y anima al coito”. Según una experiencia, que yo mismo he experimentado, pocas impotencias no orgánicas hay que puedan resistir a unturas practicadas mañana y tarde sobre el Dkeur con agua destilada y henné. Basta, por lo general, con hacerlo durante ocho días, quince cuando más, para que la cura sea radical.”

M. –Un manjar que conviene igualmente a los impotentes por frialdad temperamental es el Khamis de Asia –Damasco, Bagdad y Esmirna- y los Terfas (especie de trufas uno y otro). Este género de champiñones, cuyo perfume es exquisito y el gusto sumamente particular, facilita el coito gracias a su acción estimulante sobre el cerebelo y los efectos tónicos que producen en todo el sistema nervioso.
Es bueno, pues comer Khamis y Terfas cuando se quiere estar bien dispuestos para el coito.

N.-Los baños locales de agua fría, de una duración de uno a dos minutos, tomados por la mañana en ayunas, en el momento de levantarse, dan igualmente buenos resultados en el tratamiento de la impotencia fisiológica de causa moral. Lo mismo ocurre con la flagelación (masoquismo).
Pero de esto hablaremos más largamente después.

O. –Según el célebre tradicionalista Abu-Horeirah, ¡que Dios tenga de él misericordia!, el Profeta se quejaba un día al ángel Gabriel de no poder practicar el coito tanto como quisiera, oyendo lo cual el ángel le respondió: “¿Es posible? ¿Y por qué no comes hirizah? ¿No sabes que el herizah te daría el vigor de veinte hombres? ¿Quieres que te dé la receta? Verás, escúchala y no la olvides: Haz que te preparen una pasta bien espesa con trigo y carne de carnero, que cocerán separadamente, cada uno por su parte, y al que además de poner sal echaran bastante pimienta roja. Luego, hecho esto, se los cortará muy bien y se los majará perfectamente al mismo tiempo, tras lo cual sea añadirá asimismo muy finamente cortado también un buen gallo viejo, cocido, a su vez, con testículos y todo y abundantes especias. Cuando sientas que tu Dkeur no responde como quisieras, hártate de herizah y ya verás el resultado.”




P. –Basándose en la admirable constitución del Profeta y en las gracias especiales que Dios había extendido en toda su persona, algunos doctores han puesto en tela de juicio el anterior relato de Abu-Horeirah, estimando, por las pruebas que dio, que sin necesidad de estimulantes fue durante mucho tiempo uno de los más vigorosos gallos del corral de la Arabia. Pero si reflexionamos sobre la naturaleza puramente humana de nuestro santo Profeta, si tenemos en cuenta la multitud de ocupaciones y preocupaciones que le incumbieron y asediaron cada día y nos acordamos de las tentaciones que recibía por parte de sus mujeres y de sus esclavas, deseosas unas y otras de tener el honor de estar cuantas más veces posible mejor en los brazos del Enviado de Dios, convendremos en que nada hay que no sea perfectamente natural en el relato del venerable Abu-Horeirah al mostrarnos a Mhammed pidiendo más potencia a Dios con objeto de poder responder caritativamente a las numerosas exigencias a que le obligaba y exponía su elevada situación.




Hay mucho más por supuesto, te invito a abrir las puertas de las bibliotecas y comenzar a investigar sobre el tema, lo vas a disfrutar a pleno, te lo aseguro....
Norberto Petryk, chef, escritor e investigador

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