domingo, 27 de marzo de 2011

AFRODISÍACOS: el estudio más completo sobre ellos



Frutos prohibidos y ofrendas de Venus
Cuaderno de apuntes…
-Florilegio del amor, de la voluptuosidad, del erotismo y de la lujuria, Cuentos, relatos, poemas, investigaciones, recetas y apuntes de cocina…-
En algún lado leí que el fruto prohibido es en realidad la experiencia sexual, el árbol del bien y del mal que figura en las Santas Escrituras aparentemente nadie lo conoce pero si su fruto es la experiencia sexual debe ser tan abstracto y simbólico como muchos de los pasajes de los libros sagrados que tratan de enseñar con parábolas, y si ese fruto es en realidad la experiencia sexual tiene que ser una ofrenda para Venus, Afrodita o alguno de los diez mil nombres que llevaba esta diosa Madre según decían los egipcios refiriéndose a Isis, análoga a ellas, ya que es la diosa del amor, la fecundidad y la fertilidad, sobre todo Venus que en sus inicios fue una divinidad de los jardines para los romanos, es muy probable que los adoradores de esa divinidad conocieran el árbol del bien y del mal…
La pregunta del millón: ¿Es verdad lo de los afrodisíacos?, verdad o mentira vale la pena investigarlo, ¿los afrodisíacos solo tienen que ver con el placer o tienen raíces más profundas?, en principio es interesante saber de donde proviene su nombre, de Afrodita por supuesto, pero de donde salió esta diosa, porque se creó al rededor de ella todo ese misterio de los afrodisíacos, es algo que iremos viendo a lo largo de esta investigación.
¿Qué porque yo me interesé?, te cuento: Una noche, en el restaurante en donde estaba trabajando sobre la avenida de Mayo y Lima de la Ciudad de Buenos Aires, el dueño entró a la cocina y me dijo que vendrían de un canal de televisión a realizar una nota, justo ese día faltaron mis ayudantes y me enviaron una chica nueva que si bien era muy buena desconocía totalmente la carta de menú, jamás pregunté a que se debía la nota, llegaron los clientes y comenzó el trabajo fuerte en la cocina, al rato también llegaron los de la televisión y me querían entrevistar, por supuesto que en la cocina era imposible y salir de ella con tanta gente en el salón menos, pedí si podían esperar unos minutos y en cuanto logré hacer un hueco libre salí, allí me encontré con un reflector, una cámara de video y una periodista con micrófono en mano que me pregunta: “¿Qué opina de los afrodisíacos?”, a esa altura recordé que jamás me había interiorizado sobre el tema de la nota y respondí lo que yo pensaba tan rápido como podía porque mi cabeza en realidad estaba en la cocina y en los clientes que se encontraban esperando; luego, ya terminado el trabajo de la cocina y sentado en la barra tomando una cerveza me quedó la duda sobre lo que había respondido en esa entrevista, al otro día o cuando se editara el video, lo estarían escuchando miles de personas, de todas formas ya era tarde para arrepentirse pero no tanto como para averiguarlo, fue así que a la mañana siguiente salí a recorrer librerías en busca de libros sobre afrodisíacos, fue muy grande mi decepción cuando luego de recorrer varias no hallaba nada, me ofrecían libros de recetas que prometían ser afrodisíacas pero ninguno me decía porque, hasta que en una librería apareció “Afrodita” de Isabel Allende, ni pregunté el precio, lo quería ya, y ni bien llegué a casa comencé a devorarlo, me divertí horrores, lo leí y lo releí, con él estaba descubriendo que mi respuesta fue la correcta y que durante mucho tiempo había estado utilizando toda mi sensualidad dentro de la cocina sin advertirlo, en lo único que no estuve de acuerdo es cuando la autora mencionada se refiere a los cocineros profesionales, pero le perdoné ese agaff, yo estaba disfrutando a pleno y no me sentía incluido a pesar de ser un chef profesional, pero me quedaban más preguntas, muchos puntos sin contestar, fue así que comencé una investigación sobre todo lo referente a los afrodisíacos sin dejar nada de lado, devoré todo lo que encontraba a mi paso, literatura, historia, mitología, antropología, leyendas, religión, teología, filosofía, psicología, etnología, farmacología, fisiología, química y cuanto libro se me cruzó por el camino y las bibliotecas en las que pasaba horas y en las que disfrutaba con mucha intensidad. 
 


Tal vez gran parte de lo que puedas leer en esta investigación sean pensamientos de otras personas, como dice Isabel Allende en “Afrodita”, copiar de un autor es plagio, hacerlo de muchos es investigación, y a lo que yo quería llegar es a tener una respuesta a todos esos interrogantes que me planteaba y que no se encontraban en un solo libro, por eso lo de “florilegio del amor, el erotismo, la voluptuosidad y la lujuria”, por recoger los mejores textos de la literatura que los evocan, pero también los amenizo con historias personales y recetas, la mayoría de mi autoría, otras son propiedad de la humanidad.
No quise pasar sin imprimir todo esto que había investigado porque aunque me sirvió para aclarar mis ideas si yo me lo guardo para mí solo no me haría ningún provecho, ya que todo eso que se lleva dentro si no se da se pierde, y de este mundo no me pienso llevar nada salvo los momentos vividos con total intensidad.
Espero que te guste y lo disfrutes, si no es así siempre tienes las puertas abiertas de las bibliotecas para comenzar tu propia búsqueda, recuerda que cada vez que abres un libro estas escuchando todo aquello que te quiso contar el autor y que si ya no está en este mundo al abrir su libro y leerlo lo estás trayendo de nuevo a la vida, porque los libros son como hijos de papel que nos brindan la posibilidad de perpetuarnos en el tiempo.


¿Nos divertimos juntos?.
Me gustaría acercarme a vos con recetas interesantes, tal vez algunas no para todos los días, pero sí para algún acontecimiento especial.
La vida es un momento y hay que vivirla con total intensidad, a pesar de todo lo feo, lo negativo, lo gris, vale la pena vivirla y está en vos llenarla de cosas bellas y hacer de cada momento algo inolvidable.
 
Norberto E. Petryk, chef, escritor e investigador

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