jueves, 17 de noviembre de 2011

Mulita o tatú marinada y asada en su propia caparazón



Con sabor a monte...

En “el otoño del patriarca”, cuando se relata la historia de la expulsión de todos los religiosos se hace hincapié en que para controlar que no se llevasen tesoros escondidos, el viejo patriarca, da la orden de que “fueran embarcados desnudos, como sus madres las parieron. Cuando pasaron todos, curas y monjas, él recordaba sólo una que había separado con un simple golpe de vista del tropel de novicias asustadas, la distinguió entre las otras a pesar de que no era distinta, era pequeña, y maciza, robusta, de nalgas opulentas, de tetas grandes y ciegas, de manos torpes, de sexo abrupto, de cabellos cortados con tijera de podar, de dientes separados y firmes como hachas, de nariz escasa, de pies planos, una novicia mediocre, como todas, pero él sintió que era la única mujer en la piara de mujeres desnudas, la única que al pasar frente a él sin mirarlo dejó un rastro oscuro de animal de monte que se llevó mi aire de vivir (...). Fue secuestrada luego en Jamaica por los servidores presidenciales y devuelta para el viejo patriarca. Depositada en un lecho completamente desnuda –narcotizada-, le fue entregada a él, la habían afeitado por completo hasta los resquicios más íntimos, y le habían barnizado de rojo las uñas de las manos y los pies y le habían puesto carmín en los labios y colorete en las mejillas y almizcle en los párpados y exhalaba una fragancia dulce que acabó con tu rastro escondido de animal de monte, qué vaina, la habían echado a perder tratando de componerla, la habían vuelto tan distinta que él no conseguía verla desnuda debajo de los afeites torpes mientras la contemplaba sumergida en el éxtasis de luminal. (...) volvió a acostarse junto a ella mientras dormía y así la disfrutó sin tocarla durante el primer año de cautiverio hasta que ella se acostumbró a despertar a su lado sin entender hacia dónde corrían los causes ocultos de aquel anciano (...)”
-Gabriel García Márquez, “El otoño del Patriarca”-

Los Armadillos:
  • CABASU DE OREJAS CORTAS - Cabassous chacoensis (= C. loricatus).
  • MULITA COMUN - Dasypus septemcinctus.
  • MULITA OREJUDA - Dasypus hybridus.
  • PELUDO - Chaetophractus villosus.
  • PICHE DE PATAGONIA - Zaedyus pichiy.
  • PICHI CIEGO MENOR - Chlamyphorus truncatus.
  • QUIRQUINCHO BOLA - Tolypeutes mataco.
  • QUIRQUINCHO CHICO - Chaetophractus vellerosus, (Piche llorón).
  • TATU MULITA - Dasypus novemcinctus.
  • Y el más grande en tamaño de los exponentes: Tatú Carreta (Priodontes maximus) llamado también Armadillo. Peludo o Tatú gigante. Tatú guazú. Tatú-canasta.

    Son todos muy apreciados por su exquisita carne, fueron el alimento de los pueblos primitivos de América y aun se los sigue consumiendo en algunos sitios especializados de nuestra Capital Porteña o en el campo argentino.


    Mi abuela solía prepararlos, luego de muertos y limpios, desprendiendo un poco la carne del caparazón, aderezándola bien -el caparazón haría las veces de fuente- para meterlo al horno de barro o en el horno de la cocina.... ¡Que delicia!, aunque siempre me daba mucha pena ver que matasen a esos animalitos que me resultaban tan tiernos y simpáticos pero realmente el sabor de su carne es delicioso....

Ingredientes:
- 1 mulita o tatú
Adobo:
- 4 dientes de ajo picados groseramente
- 1 cebolla picada bien pequeño
- 1 ají rojo dulce o morrón picado bien pequeño
- 1 ají picante o guindilla cortado groseramente (a gusto)
- un manojo de perejil fresco bien picado
- el jugo de dos limones
- ½ taza de aceite de maíz
- sal y pimienta
Procedimiento:
Limpiar y lavar bien a la mulita para luego ir desprendiendo un poco su carne del caparazón, extraer las viseras, quitar la piel exterior y pelos, cortar groseramente y dejar marinar toda una noche dentro de la heladera con los elementos indicados, frotando muy bien la carne con la marinada.

Acomodar en una fuente o chapa para horno y llevar al horno bien caliente, primero, unos 20 minutos, luego bajar la temperatura al mínimo y dejar que termine la cocción.
Es ideal acompañarla con papas, cebollas y batatas envueltas en papel de aluminio y cocidas al horno o directamente a las brazas.
Espero como siempre encontrarte en este blog para seguir disfrutando de la literatura y la cocina.




Norberto E. Petryk, chef
norbertopetryk@gmail.com


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